Entrevista con Mathieu Denis (à traduire)
Mathieu Denis tiene lo que a él le gusta llamar "un trayecto estándar". Apasionado por el cine, desde su más temprana edad sueña con convertirse en realizador. Estudia cine en la Universidad de Quebec en Montreal y al final de sus estudios, "no sabiendo muy bien cómo navegar en esas aguas", se hace montajista. Los años pasan, Mathieu Denis vuelve a su primer deseo y realiza en 2006 el cortometraje "El silencio nos hará eco". Firma, un año más tarde, su segundo cortometraje "Código 13". En 2011, correaliza y coescribe su primer largometraje "Laurentie" con Simon Lavoie. La película se lleva el premio al mejor largometraje internacional en el Festival de Cine de Raindance, en Londres, y el premio a la mejor realización en San Petersburgo. "Laurentie" también tuvo una repercusión fuerte en su país de origen, ya que la película trata sobre la búsqueda identitaria de un joven quebequés. Aunque para su primer largometraje solista, Mathieu Denis repite, por así decir, el mismo tema, "Corbo" corre el riesgo de sorprender a más de uno por la precisión de su realización. Con su segundo largometraje, el joven realizador nos hace descubrir acontecimientos notables y poco conocidos de la historia canadiense. Promediando los años '60, Jean Corbo se encuentra con dos miembros del Frente de Liberación de Quebec y decide participar activamente en el grupo. El F.L.Q y sus jóvenes activistas sueñan entonces con una nación independiente, la Quebec libre, muy lejos de la dominación británica que no les deja ninguna perspectiva de futuro. Jean y sus dos cómplices distribuyen panfletos, pegan slogans sobre las paredes de Montreal, mientras que se perpetran los primeros atentados en las administraciones canadienses. Jean Corbo, entonces de tan solo 16 años, avanza hacia su destino trágico: el de poner su primera y última bomba. Estoy intrigada por el título de su primer largometraje " Laurentie", realizado junto con Simon Lavoie. ¿Puede explicarme su elección? Utilizamos este título por dos razones. Si se dice "Laurentie" hoy a un quebequés, no sabe realmente lo que esto significa, pero piensa en St Laurent (un distrito importante de Montreal) y entonces esto hace alusión al territorio de Quebec. También había un grupo de intelectuales en los años '30, '40 y '50 que se pusieron a soñar con un Quebec libre y querían llamarla "La Laurentie". Eran de extrema derecha. Entonces, evidentemente, no utilizamos este título para avalar ese punto de vista, muy por el contrario, el título actúa más como un contrapeso a las personas que hablan de independencia, pero que hablan de eso en términos completamente obsoletos. Hoy en día, el debate de los independentistas hace caso omiso de aquello en lo que Quebec se ha convertido. Pienso que hay que encontrar un medio de contemplar nuevas discusiones sobre la independencia, pero pensando en la Quebec actual y no en la de los años '30. ¿Usted piensa que los quebequeses sufren actualmente de una crisis identitaria? Los quebequeses no se definen a sí mismos, actualmente no saben con exactitud quiénes son. Esto genera un gran sufrimiento, Quebec es la sociedad que registra la tasa más alta de suicidios del mundo... Hay una lucha de afirmación nacional, pero en dos ocasiones los quebequeses dijeron "no" al referéndum sobre la independencia. La continuación lógica habría sido la de abrazar la cultura canadiense, ¡asumamos, entonces, que somos canadienses! No es eso lo que pasó, los quebequeses continúan considerándose y sintiéndose diferentes. Hoy día, estamos perdidos, no somos quebequeses, no somos canadienses, entonces, ¿qué somos? Esto genera sufrimiento y dificultad en relación a la inmigración, por ejemplo. Esta dificultad, este miedo a la inmigración, proviene, para mí, de este problema de identidad. Los quebequeses, no sabiendo quiénes son, se sienten amenazados por la llegada de nuevas personas con una identidad clara. "Laurentie" abordaba estos interrogantes a través de un personaje emblemático de este quebequés de hoy que tiene miedo. Usted sufrió eso también, imagino, porque es su segunda película que aborda la cuestión de la independencia y que nos habla de una búsqueda identitaria. Sí. Quebec, para mí, es un adolescente de 35 años de edad que vive en él subsuelo de sus padres. En los años '60, los quebequeses eran todavía considerados ciudadanos de segunda. Todas las colonias conocidas se liberaron, reclamaron su independencia, pero Quebec, no. Canadá liberó a los quebequeses. Este recorrido histórico, a través del cual jamás colectivamente hemos dicho "nosotros somos", generó una ligereza identitaria. O bien nos asumimos y reclamamos nuestra independencia, o bien somos canadienses y pues renunciemos a una parte de nuestra cultura. Yo no veo otra opción. Es tu primer largometraje individual, escogiste escribir un guión sobre la historia de Jean Corbo y el F.L.Q. ¿Por qué la decisión de contar esta parte de la historia canadiense? No es tanto una película sobre el F.L.Q como sobre Jean Corbo. Jean encarna, para mí, esta ligereza identitaria y esto hizo eco con lo que observo hoy. Él queda tironeado entre su herencia italiana y su herencia quebequesa y pues necesitó escoger, afirmar quién es, decidir. Encontré también interesante estudiar el contexto que incitó a estos jóvenes a tales actos. No quería condenarlos sin buscar comprender. Me gustaba también esta impresión de aquella época de que todo era posible, que todavía podíamos cambiar el mundo… y hemos perdido esto completamente hoy en día. Somos una generación medianamente cínica y descomprometida. Descubriendo lo que estos jóvenes habían hecho, encontré esto pertinente de decir: hoy no estamos obligados a decir "bueno, bah, es así". Tu película transcurre en los años '60, pero es terriblemente actual cuando se piensa en los jóvenes que se enrolan, en el mundo entero, en organizaciones terroristas... También tenía ganas de hablar de eso. Algunas personas me dicen, viendo mi película " Con esto abres una caja de Pandora, no hay que hablar de esto, hay jóvenes que van a verlo y que van a decirse: bah, yo también voy a ir a poner bombas"... Pero no podemos contentarnos con decir que la gente del F.L.Q eran solo unos locos de atar y negarnos a intentar comprender cómo llegamos a tales extremos. Con esta actitud, nos condenamos a que tales grupos existan y resurjan de todas partes. En mi película, estas personas vivían en un mundo donde sus horizontes estaban completamente obstruidos, los quebequeses francófonos no tenían acceso a la educación superior y ganaban sueldos de hambre. Estos hechos generaron sufrimiento y cólera. Hoy día, hay que tratar de comprender esta cólera actual, no viene de la nada. Tenía ganas de hablar de eso también, porque pienso que Quebec está próximo a ver aparecer de nuevo este tipo de grupo extremista. Está escrito en el cielo que esto va a volver... Solo se está colocando la tapa sobre la olla. Tu película relata hechos históricos y usted hizo numerosas investigaciones. ¿Cómo trabajó con sus actores? Antony tenía 15 años cuando rodamos la película (Antony Therrien, el intérprete de Jean Corbo). Quedé impactando haciendo mi investigación, de ver hasta qué punto la gente del F.L.Q eran jóvenes. Era un aspecto terminante para mí. Pues era importante encontrar actores que tuviesen la edad de sus personajes. Pienso que hay una cierta ingenuidad y una inocencia que se pierde al envejecer. Evidentemente, los actores no conocían estos acontecimientos, pues sí, vieron películas y leyeron libros para comprender el período que iban a tener que interpretar. Para mí, era más importante abordar la película desde un punto de vista humano e íntimo. No quería sosias de los personajes históricos, quería ver la esencia de estos personajes, quería encontrar actores que encarnasen y llevasen esto en sí mismos. Luego, a través de cada una de las escenas, abordábamos las cosas desde un punto de vista dramático y humano, cómo el ser humano se siente en aquel momento, y no cómo el personaje histórico habría reaccionado. Trabajábamos mucho las apuestas dramáticas con los actores. ¿Ensayó mucho? Sí mucho. Durante el rodaje, siempre hay una segunda escritura con los lugares, los trajes… Llego siempre muy preparado, pero puedo echar todo a la cesta de la basura. Si algo más verdadero y más interesante surge, seguimos totalmente esta nueva dirección. ¿Qué películas le han inspirado en sus elecciones de puesta en escena para "Corbo"? Sabía que no quería una película anecdótica, que sólo hablara de un acontecimiento pasado. Quería que fuera algo contemporáneo. Tuve ganas de abordar la película con este espíritu, no quería reproducir la estética de las películas de época: cámara al hombro, granulado... Sin embargo las películas que me inspiraron no son verdaderamente recientes. Está "Adiós a los Niños" de Louis Malle. Quería recobrar esta rectitud humana y esta sencillez. También está "Desierto Rojo" de Michelángelo Antonioni, "Yi yi" de Edward Yang y "El Destierro" de Andrei Zviaguintsev. En la película de Antonioni existe un repliegue, un freno, no estamos siempre cerca de los personajes. Yo tampoco quería que estuviésemos cerca de ellos, no quería hacer de Jean, un mártir. Amo a mis personajes, no quería condenarlos, pero no quería glorificarlos o que uno se identificase con ellos. Además, soy una persona con un cierto pudor. Estas elecciones de puesta en escena son próximas a mí. Para la película de Zviaguintsev, me gusta la puesta en escena fluida y es una película sumergida en una melancolía. Tenía ganas de recobrar esta melancolía en mi película, porque en la historia de Jean, hay algo interrumpido, es como este aspecto de la historia de Quebec que queda actualmente en suspenso... Me dijeron sobre la película " hay una nostalgia de un futuro que jamás llegó". Me gusta esta expresión. ¿Cuál es su película preferida? Pregunta difícil porque esto cambia... La película que más me marcó y que continúa inspirándome es "Platform" de Zhang-ke Jia. ¿Una frase que podría resumir a"Corbo"? Es una frase de René Lévesque: " el terrorismo no es una enfermedad en sí, es el síntoma de una enfermedad". "Corbo" recibió una acogida muy calurosa en Festival Internacional de Cine de Vancouver, sin haber sido, para nuestro gran pesar, seleccionada en una de las categorías del festival. En Quebec, el estreno comercial de "Corbo" está programado para marzo de 2015. La película prosigue hoy su camino hacia los festivales europeos. Entrevista realizada por Maud Ducré Pugliese durante el Festival Internacional de Cine de Vancouver 2014 |
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