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México, 2013 Dirección: Eugenio Derbez Guión: Guillermo Ríos, Leticia López Margalli, Eugenio Derbez Reparto: Eugenio Derbez, Jessica Lindsey, Loreto Peralta, Daniel Raymont, Alessandra Rosaldo, Hugo Stiglitz, Agustín Bernal. Duración: 115 minutos Nota Cinecritic ![]() |
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Con una cinta que pretende romper con los estereotipos establecidos, dar una visión distinta del cine mexicano en el extranjero, Eugenio Derbez (No eres tú, soy yo, 2010; La misma luna, 2007) se lanza con todo y de todo en esta producción México- Americana, para entrar en el mercado más difícil a nivel mundial en términos de cinematografía. Al hacerse cargo de todos los detalles de la cinta, desde la producción, el script, la dirección, etc., Eugenio Derbez echa toda la carne al asador en un filme que trata de llegar a los hogares mexicanos. Valentín Bravo es un cinturita que vive de milagro y su único entretenimiento es tener distintas parejas de todas las nacionalidades ya que vive en el puerto de Acapulco. Un día su vida cambia del blanco al negro cuando una americana le deja una bebe para hacerse cargo con la historia de que es de él y ella no puede cuidarla. Al intentar regresarla con su madre, cruza la frontera americana y por causas fortuitas consigue un empleo estable y bien remunerado, que le permite quedarse en los Estados Unidos y darle una vida desahogada a la niña. Al no poder aprender el inglés provoca situaciones chuscas que pretenden llevar el hilo de la historia. La película no es nada del otro mundo, se podría afirmar que es un remake de Un papa genial (1999) tan solo con un cambio lacrimógeno al final. Más parece una cinta entre amigos que se reunieron para ayudar a lograr un proyecto comercial. La mayoría de los actores que participaron en el proyecto tienen una formación principalmente en programas de televisión y el salto a la pantalla grande es muy ostensible. Eugenio Derbez no hace nada extraordinario dentro de la cinta que no haya hecho antes; a decir verdad en determinados puntos del filme parecen salir a flote, algunos de los personajes que lo afamaron dentro de la televisión. Jessica Lindsey (Ahora me ves... , 2013; The Case of the Missing Garden Gnome, 2012) con una actuación tibia y nada espectacular, solo se dedica a cumplir con un papel que podría haber sido aún más intenso e importante. La cinta toma muchos clichés para obtener un resultado comercial digno. Tan solo se debe mencionar que a manera de eliminar lo más posible el recuerdo de la película original, se cambiaron, tropicalizaron, modificaron algunas partes; por ejemplo, el hecho de usar una niña en lugar del niño original; el final lacrimógeno apto para una audiencia más ávida del melodrama, el público latinoamericano gusta de las historias que provoquen una lágrima o un nudo en la garganta; el estereotipo del mexicano aguerrido y trabajador que saca adelante a su familia; todo rodeado por una serie de situaciones que provocan una sonrisa o una carcajada momentánea pero nada más. El cine mexicano ha sido invadido por cintas comerciales que tan solo pretender satisfacer un afán económico y carecen de un trasfondo profundo para un cambio substancial en el espectador a buscar un cine diferente. Las películas domingueras acaparan las marquesinas y la audiencia se conforma con un rato de relajación. Lamentablemente, dentro de la industria fílmica en México existen tan solo dos vertientes, o una hecatombe de películas comerciales banales o películas pretendidas de director que tan solo quieren reflejar podredumbre y la escoria de la sociedad mexicana como un reflejo de la vida diaria de una nación, rayando en la protesta y la denuncia que no conlleva a un cambio real o una catarsis que transmute en una conciencia cívica colectiva acarreando un movimiento profundo de la psique del grueso de la población; ni modo, son tan solo sueños guajiros de un crítico que ve más allá de una simple carcajada espontanea o un rato de esparcimiento. Luchemos por un cine de calidad, de arte, de vanguardia y no nos conformemos con espejos para ocultar una realidad. Javier Mora |
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