El Discurso del Rey (à traduire)

Reino Unido, Australia, Estados Unidos, 2010
Dirección: Tom Hooper
Intérpretes: Colin Firth, Geoffrey Rush, Michael Gambon, Helena Bonham Carter.
Duración: 118 min.

Nota Cinecritic
Excelente

Con una memorable trabajo, el director de cine y películas para televisión Tom Hooper (El nuevo entrenador, 2009; Elizabeth (TV), 2005) nos deleita con la extraordinaria cinta el discurso del rey, protagonizada por Colin Flirth (Mamma Mia!, 2008; The picture of Dorian Grey, 2010), Geoffrey Rush (Pirates of the Caribean, 2011; The warrior's way, 2010), Helena Bonham Carter(Alice in wonderland, 2010; Sweeney Todd, 2008) y Guy Pierce (Animal kingdom, 2010; Bedtime stories, 2009); la cual relata las vicisitudes de del rey George VI contra sus problemas de dicción.
Con una riqueza muy vasta en escenarios visuales y a pesar de contar con limitados recursos en el uso de exteriores, la película nos remonta a la época de principios de siglo, cuando las personas que lamentablemente adolecían de problemas de lenguaje, sufrían burlas y compasión por parte de quienes le rodeaban, debido a la aun falta de recursos para ayudar a la gente que lidiaban con este tipo de discapacidad.
Colin Flirth encarna al rey de manera excepcional, imprimiendo en el personaje una fuerza y una tenacidad que se puede sentir en la pantalla; la frustración del mandatario se ve reflejada en sus rasgos y en su lenguaje no verbal, haciendo de su actuación algo vivo, capaz de ser percibido por el espectador; Geoffrey Rush, en su papel del terapeuta se combina con la réplica de Flirth y ambos logran escenas llenas de coraje y sentimentalismo que quiebra al más duro espectador; acostumbrados a ver a Bonham Carter en otro tipo de filmes, no podemos más que admirar su versatilidad como actriz, al llevar a el rol de la Reina Elizabeth modo magistral.
Los encuadres son principalmente en locaciones cerradas y aun así podemos sentir el sabor de la época reflejada en mobiliario y ambientación; al salir a las calles, niebla londinense se aprecia más como parte del sabor británico de principios del siglo XX que como un recurso para esconder las obras modernas en los alrededores; la dirección de fotografía y el encuadre de la cámara son exactos para lograr el efecto deseado; quizá valdría la pena resaltar que en algunas tomas, el encuadre fijo daba la impresión de estar en un escenario teatral, quizá hubiese sido intencional para girar un poco y permitir al espectador salir de la realidad y situarlo dentro del plano de mera ficción o tan solo para recordarnos que las grandes películas también se logran con un modesto presupuesto; el añadir cortos originales de la época, como la coronación y el discurso de Hitler en el formato original, logra aun más el acercamiento del público, para sumergirlo completamente dentro de la historia.
La película logró ganar algunos Oscares, incluyendo: Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor; bien merecidos los premios, ya que el arte del cine no es solo efectos especiales y grandes súper-producciones; el arte del cine es poder hacer que la audiencia viva, se refleje y logre una catarsis al ser espectador de una pequeña parte de la vida de una persona, que bien podría ser real o ficticia, y dejar una huella en el.

Javier Mora

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