Septembre - Octobre 2021
La Promesa (à traduire)
Título original: Une promesse
Dirección: Patrice Leconte
Guión: Patrice Leconte, Jérôme Tonnerre
Reparto: Alan Rickman, Rebecca Hall, Richard Nadden
Duración: 95 minutos
Nota Cinecritic

Esta coproducción franco-belga llama la atención, sobre todo, por su gran elegancia formal y su delicadeza a la hora de abordar un tema tan espinoso como un triángulo amoroso. La historia que empieza en 1912, narra la relación entre un importante empresario alemán del sector metalúrgico, un joven licenciado brillante pero de origen humilde que es empleado en su fábrica y la joven esposa del primero. Poco a poco la inteligencia y voluntad del joven hará que el poderoso Karl Hoffmeister (Alan Rickman) deposite en él toda su confianza tanto profesional como personal. Friedrich Zeitz (Richard Madden) se convierte en su secretario personal e imparte, además, clases particulares al hijo de la pareja. La relación amorosa, siempre platónica, entre Friedrich y Lotte (Rebecca Hall) se inicia poco a poco pero respetando al viejo Karl. Un viaje de negocios a Méjico del joven y el estallido de la 1era guerra mundial harán que todo cambie y la pareja se separe durante años. Un desafío a la pasión amorosa platónica que les une y contra la que tendrán que luchar.
El film, que está libremente inspirado de una novela corta del escritor austriaco Stefan Zweig, retrata con gran delicadeza las relaciones amorosas y en concreto plantea cómo el deseo amoroso puede sobrevivir en el tiempo. Se trata de una película eminentemente clásica en su forma y en su fondo, en el sentido de que está realizada con serenidad, con calma, manteniendo la cronología de los acontecimientos y dando mucha importancia al mundo interior de los personajes. En este sentido, si la fotografía cálida y extremadamente bella y melancólica de Eduardo Serra es fundamental para retratar ese mundo que se escapa, que ve llegar su ocaso de la burguesía industrial, esos momentos que serán el final de una época ante el estallido del conflicto bélico que cambiará la sociedad para siempre, las interpretaciones de los actores son claves.
Tanto el genial actor británico Alan Rickman como los jóvenes protagonistas, sobre todo la bellísima Rebecca Hall, dan alma a sus personajes con una sobriedad y una expresividad contenida que hace que los silencios o las miradas sean más expresivos que lo que se está diciendo. El romanticismo del film envuelve al espectador pero no de una manera cursi sino haciéndolo vibrar con las emociones de un amor entre tres personas que tiene más de respeto hacia el otro que de pasión egoísta. El film, muy bien rodado y muy acertadamente escrito por Patrice Leconte, viene a corroborar cómo este cineasta se atreve con todo: desde la comedia hasta el drama más absoluto.
"La promesa" es lo contrario de todo ese cine actual, donde tantas veces se enseña gratuitamente el amor con escenas de sexo vacías y absurdas. Aquí, todo se sugiere con una elegancia plástica visual extraordinaria. Además, la ambientación de principios de siglo está perfectamente conseguida dando credibilidad al relato. Bella, tierna, elegante y muy bien interpretada: solo por eso, "La promesa" es un film a tener en cuenta.
Carmen Pineda


