"…Se alaba de Grecia precisamente su reconocimiento del azar y de la contingencia, la afirmación de la existencia sin sumirse ni en la resignación ni en la huida del sufrimiento. El peligro estriba en la pérdida de la visión trágica de la vida, pérdida que comienza con Platón y Sócrates en el terreno filosófico, y con Eurípides en el propiamente dramático, y que se basa en una justicia filosófica que ya no permite las discrepancias trágicas." José Rafael Hernández Arias. Introducción a la edición española de "El nacimiento de la Tragedia" de Friedrich Nietzche. Ed.Valdemar, Madrid, 2012
La historia de "La Rueda de la Maravilla" está ambientada a fines de 1950 en un parque de atracciones de Coney Island, cerca de New York City. Ginny (Kate Winslet) y Humpty (James Belushi) mal conviven en una caseta de madera logrando subsistir gracias a las cortas ganancias que él obtiene de trabajar en un tiovivo, y ella, como mesera en un bar. Sus vidas se tambalean cuando entran en escena Mickey (Justin Timberlake), un guardavida de la playa de Coney Island, y más adelante Carolina (Juno Temple), hija de Humpty de un matrimonio anterior. En la primera escena, la que abre el filme, un plano general muestra la playa de Coney Island repleta de gente, y en el último plano, la Rueda de la Maravilla parece dominarlo todo. También llamada Rueda de la Fortuna o La Vuelta al Mundo, La Rueda de la Maravilla representa metafóricamente a la ruleta de los juegos de azar, al destino y al mundo que gira regido por la suerte. La playa llena de gente es el mundo terrenal y humano, y la rueda de fondo ocupa el lugar que le correspondería a Dios en una imagen gnóstica. Sin embargo la única divinidad que existe para Allen es la contingencia, el acaso, tema recurrente en su filmografía. El mundo gira como esa rueda, impulsado por el azar, ante la ausencia de un Dios dador de sentido y de justicia, ideas que no constituyen más que un autoengaño del hombre con el fin de aliviar el peso de su existencia. Mickey, el salvavidas, es un narrador-personaje o narrador intradiegético, pues además de narrar también cumple un papel dentro del relato. Mickey apela constantemente al público para explicar los pormenores de la historia. En el teatro griego era el corifeo quien se dirigía al público en sustitución del dramaturgo. Y es que, de hecho, "La rueda de la maravilla" es una película muy "teatral". Así como "Blue Jasmine" (2013) era una versión libre de "Un tranvía llamado Deseo" de Tennessee Williams, esta película remite a las piezas teatrales de Eugene O' Neill, especialmente "Anna Christie" (1921). Pero también remite a los clásicos griegos como la "Medea" de Eurípides (431 a.C). En la primera versión de "Anna Christie", anterior a la estrenada en Broadway en 1921, la protagonista era una joven inocente que volvía al hogar paterno en busca de protección. En la versión definitiva, Anna Christie se dedica a la prostitución, pero harta de esa vida decide buscar en los astilleros a su padre, Chris C. Christopherson -comandante de la barcaza Simeon Winthrop- a quien no ve desde que tenía 5 años de edad. Allí se enamora del marinero Mat Burke. La pieza completa transcurre a bordo de la barcaza. En la película de Allen, la vivienda de Humpty y Ginny, toda revestida en madera, guarda un notable parecido con el interior de una barcaza. El manejo de la luz, por parte del director de fotografía Vittorio Storaro, nos devuelve el colorido intenso de una puesta en escena teatral, que acompaña el estado de ánimo de los personajes. A cada espacio escénico y a cada situación corresponde una tonalidad o una mezclas de tonos: anaranjado en el bar donde Ginny se encuentra con Mickey, virando al rojo en el cuarto matrimonial, amarillento en la cocina, un dorado brillante virando al anaranjado durante la conversación en el auto entre Mickey y Carolina. Hay une espcial énfasis en la puesta en escena, como si la realidad y la ficción ya no se diferenciaran, como si el mundo se hubiese transformado en un teatro gigantesco. Y más aún cuando vemos a Ginny vestida con un atuendo blanco, muy similar a un peplo griego, durante el desenlace de esta tragedia alleniana. La ex actriz y actual mesera de bar, celosa y vengativa como una Medea moderna, ha consumado su venganza sobre su hijastra Carolina. Pero esta venganza no hace más que dejarla más sola y más vacía que antes. Imposible dejar de percibir aquí una cierta mención a los conflictos familiares y personales de Allen. Medea no es solo un personaje clásico, es también una figura femenina que el psicoanálisis ha tomado para referirse al síndrome de alienación parental, por el cual un padre o una madre utiliza a sus hijos para descargar toda su ira contra el cónyuge o contra una pareja que le ha sido infiel. Hay una importante cuota de misoginia en la imagen de mujer que Allen transmite a través de su Ginny: una actriz frustrada, una mujer celosa, vengativa, ella misma infiel (lo que la diferencia de la Medea clásica) y causante de la ruptura de su primer matrimonio. El fruto de ese primer matrimonio, Richie, ya a su corta edad manifiesta tendencias piromaníacas. El tema de la piromanía como respuesta a un conflicto familiar recuerda un tanto a Agatha, el personaje femenino de David Cronenberg de "Maps to the Stars" (2014), interpretado por Mia Masikowska. Las películas de Allen son historias trágicas, historias de desencuentros, de amores no correspondidos, de infelicidad e insatisfacción primordiales, de cuestionamientos existenciales sin solución, de finales tristes o, en el mejor de los casos, abiertos, en los que la verdadera tragedia del ser humano es no tener control sobre los hilos de su propio destino.
Adriana Schmorak Leijnse
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