"Colette" es una película biográfica de 2018, dirigida por Wash Westmoreland, guionada por el mismo Westmoreland y Richard Glatzer, y protagonizada por Keira Knightley, Dominic West, Eleanor Tomlinson y Denise Gough. La historia se basa en la vida de la novelista francesa Sidonie-Gabrielle Colette, a finales del siglo XIX. Comienza con la protagonista de joven, cuando aún vivía en el área rural de Saint-Sauveur-en-Puisaye. Todo cambia para ella cuando conoce a Willy, quien la lleva a vivir a París con una promesa de matrimonio. Por su parte "La Esposa" es un drama del año 2017, dirigido por el sueco Björn Rung, con guión escrito por Jane Anderson y basado en la novela homónima de Meg Wolitzer. En los papeles estelares están Glenn Close, Jonathan Pryce y Christian Slater. La película trata sobre una mujer (Joan Castleman) que se cuestiona sus decisiones de vida durante un viaje a Estocolmo que realiza como acompañante de su marido (Joseph Castleman). El escritor va a asistir a la ceremonia de entrega del Premio Nobel de Literatura. Glenn Close fue nominada al Oscar 2019 a Mejor Actriz Protagónica, aunque lo perdió frente a la británica Olivia Colman. Un siglo separa a Sidonie-Gabrielle Colette de Joan Castleman, pero la problemática sigue siendo la misma. Ambas películas hablan de un problema de reconocimiento de las mujeres en el arte y en las ciencias, dificultad que se extiende hasta el día de hoy, a pesar de los supuestos avances de la sociedad contemporánea. Willy, en la película de Westmoreland, cobra regalías por las piezas de teatro y novelas que otros escriben y las publica bajo su autoría. Ni siquiera les retribuye debidamente a sus escritores fantasma porque gasta todo su dinero en apuestas y prostitutas. Para pagar sus enormes deudas tiene la idea de forzar a escribir a su esposa, hasta el extremo de encerrarla en una habitación bajo llave, con la sola compañía de un cuaderno y una pluma. Esa situación de explotación de género recuerda en algo al caso de Camille Claudel y August Rodin, dentro del ámbito de las artes plásticas. Incluso los expertos contemporáneos han llegado a decir que es imposible saber qué parte de una obra fue cincelada por la discípula y cual segmento por el maestro, porque para éste último no suponía un inconveniente, sabía que de todas formas se le atribuiría la total autoría . Esta misma falta de precisión a la hora de distinguir los aportes de cada uno de los creadores, femenino y masculino, se plantea también en los filmes que estamos tratando aquí. La pareja formada por Colette y Willy era muy liberal. Él tenía amantes mujeres y hombres, y ella igual. Luego de conocer a Missie, Colette entra a trabajar en un teatro de vodevil, pero recién toma la decisión de divorciarse de Willy al enterarse de que él ha vendido los derechos de autor de la saga de "Claudine" para gastar ese dinero en sus vicios. Son los primeros albores del feminismo. La mujer no tenía derecho al voto todavía, pero algunas figuras femeninas empezaban a alzar sus voces. El caso de "La Esposa" es un tanto diferente. Una estudiante inexperta se enamora de su profesor de literatura mientras él aún está casado. El profesor, Joseph, se divorcia y contrae nupcias con su estudiante, en quien descubre un potencial escondido. Ella es insegura y no confía en su posible éxito como escritora debido a su condición de mujer. El relato de "La Esposa" -a diferencia del de "Colette", con una línea temporal mucho más lineal-, viaja en el tiempo del presente al pasado en recurrentes flash-backs, para mostrarnos la dificultad que suponía para una mujer desarrollar una carrera propia, allá por la década de 1950, lo que la llevó a tomar la decisión de convertirse en escritora fantasma. Joseph también, como en el caso de Willy, era infiel, pero Joan empero queda sometida a ese vínculo del que no consigue liberarse. La película muestra que el machismo es asimismo un condicionamiento social: durante la escena en el que todos los premios Nobel ensayan sus discursos de agradecimiento, puede percibirse muy claramente que la mayoría masculina es avasallante. La forma cómo esa alianza literaria formada por dos, influye negativamente en el hijo, también con vocación de escritor, y la figura del periodista como catalizador de una crisis de pareja que desemboca en un trágico desenlace, son asuntos que la película despliega lúcidamente. Cabe destacar el aspecto interpretativo, en especial de la pareja protagónica compuesta por Glenn Close y Jonathan Pryce. Ambas películas pretenden revelar los casos de mujeres artistas oprimidas por el yugo masculino. Sin embargo, mientras Colette logra liberarse, no ocurre lo mismo con Joan, ya que ella toma la decisión de no hacer pública la verdad, echando así a perder su carrera para siempre. Uno esperaría que, tras una brecha tan amplia de tiempo entre ambas figuras femeninas, la evolución humana habría ya superado estas desigualdades de género, pero finalmente persiste la sensación de que todavía queda mucho camino por recorrer, y no sólo en el ámbito artístico.
Adriana Schmorak Leijnse
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