Por Adriana Schmorak Leijnse
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En esta cuarta parte desarrollaremos el tema de la relación entre cine y pintura en orden cronológico-histórico, desde el origen del abstraccionismo cinematográfico hasta cómo se vieron reflejadas las piscinas de David Hockney en la pantalla grande.
El abstraccionismo en el cine
El cine abstracto es un subgénero del cine experimental, que nació casi al mismo tiempo que el cine convencional. Sus representantes se dedicaron especialmente al estudio de la relación de las figuras geométricas con el ritmo y el movimiento, utilizando el dispositivo fílmico para introducir en la pintura la dimensión temporal. El celuloide, el proyector y la pantalla resultaron ser los vehículos ideales para reunir ritmo, espacialidad y formas plásticas en movimiento, es decir, un nuevo arte que abarcaba todas las demás artes. Uno de los pioneros del cine abstracto fue el pintor sueco Viking Eggeling (1880-1925) quien, mediante la utilización de los nuevos materiales fotográficos, estudió la capacidad expresiva de las formas geométricas, combinándolas según posición, tamaño y número. La primera obra fílmica de Eggeling titulada "Symphonie Diagonale" (1921-1924) consiste en varios elementos, principalmente líneas, que se estructuran en torno a un eje diagonal. El movimiento de estas figuras se caracteriza por el ritmo y la periodicidad, de manera que lo que el espectador percibe es la aparición y transformación de formas aisladas, que se mueven rítmicamente hasta su desaparición. El principal interés de su coetáneo alemán Hans Richter (1888-1976) era crear un conjunto de figuras abstractas coordinadas que se movieran según un ritmo musical, a modo de ballet, algo difícil de lograr en una época en la que no se había acoplado aún el sonido sincronizado a la imagen cinematográfica (esto tuvo lugar en abril de 1927 con "The Jazz Singer"). "Rhytmus 21" (1920) no utiliza líneas sino cuadrados y rectángulos, que el espectador ve desplazarse, aumentar de tamaño e interaccionarse. Durante los años siguientes, Richter llevó a cabo tres cortos experimentales más en la misma línea de "Rhytmus 21": "Rhytmus 23 (1923), Rhytmus 25 (1925) y Film Studie (1926). El tercer pionero del cine abstracto, también alemán, fue Walter Ruttmann (1887-1941), pintor autodidacta, arquitecto y músico. Sus ensayos, llamados "Opus" (1922 - 1926), muestran un interés en traducir la emoción provocada por la música en imágenes móviles. Ruttmann pintaba sus diseños sobre una placa de vidrio, obteniendo el movimiento por medio de espejos. Aunque sus originales eran coloridos, al ser registrados en el celuloide, se veían en pantalla dentro de la escala de grises. La resultante de sus "Opus" es un juego de luces sobre objetos geométricos diferentes, unidos por un ritmo visual de formas en movimiento. Otros experimentos visuales de artistas plásticos que incursionaron en el cine abstraccionista son: "Anémic Cinéma" (1926) del dadaísta francés Marcel Duchamp, cuyo precedente más directo es el cuadro de su autoría "Desnudo bajando la escalera" (1911-1912); "Retour à la raison" (1923) del fotógrafo Man Ray, consistente en imágenes fotográficas yuxtapuestas y montadas aleatoriamente, a las que él agregó elementos aplicados directamente en el celuloide, tales como sal, pimienta, fragmentos de cristal y clavos, y "Ballet Mécanique" (1924) de Fernand Léger (artista francés cubo-futurista) y Dudley Murphy (realizador de cine norteamericano), cortometraje que muestra una sucesión de imágenes fragmentadas, rostros, máquinas, engranajes, en una especie de coreografía de elementos mecánicos en movimiento. "Ballet Mécanique" se encuentra en la misma línea de las pinturas del propio Léger y en la de otros artistas tales como el ruso Wassily Kandinsky y el francés Robert Delaunay, cuyas obras plásticas evidencian una preocupación constante por representar el ritmo musical en relación a las vibraciones cromáticas y a las formas geométricas. El cine expresionista de Robert Wiene presenta algunos rasgos emparentados con la abstracción. Para los fondos decorados de "El gabinete del Doctor Caligari" ("Das kabinett das Dr.Caligari", 1919), Wiene aceptó la idea de utilizar telas pintadas (por razones estrictamente financieras), y encargó su ejecución a tres artistas expresionistas: Hermann Warmn, Walter Reimann y Walter Rohrig. La concepción total de la película, incluidos los decorados y el vestuario, están ínitmamente relacionados con la obra de pintores del expresionismo alemán como Erich Heckel y Ernst Ludwig Kirchner, y el pintor cubista Lyonel Feininger. Los decorados de "Caligari" por momentos llegan, intencionalmente o no, a una geometrización cercana a la abstracción. Un capítulo aparte lo constituye el cine abstracto de animación, el cual ofrece el mayor grado de interrelación entre lenguaje pictórico y cinematográfico, puesto que, para la época de su nacimiento, el dispositivo fílmico ya permitía el registro del sonido sincronizado con la imagen y la pintura podía ser directamente aplicada sobre el soporte, sin la mediación de la cámara. El primer cortometraje de este género apareció en 1929 de la mano del inglés Len Lye, bajo el título de "Tuslava", en el que las formas gráficas se entremezclaban con una intensa música de jazz. Un año después, los hermanos Oskar y Hans Fischinger crearon su primer filme musical, "Study nº 6", sucedido por otros siete, basados en partituras de Bach, Schubert y Brahms. Para sus creaciones, los hermanos Fischinger alternaban el dibujo pintado directamente sobre el celuloide con el registro fílmico de sus diseños aplicados sobre una placa de vidrio. Como consecuencia del ascenso de Hitler al poder, Oskar Fischinger se trasladó a los Estados Unidos, donde formó parte de la floreciente industria americana de animación. Sin embargo, la única colaboración exitosa de Fischinger con un estudio de Hollywood fue "An Optical Poem", un corto animado de 7 minutos realizado para MGM en 1937. Al igual que con algunas de sus primeras películas, una pieza de música clásica se ilustra con formas danzantes de papel recortado. La música, en este caso, es la Segunda Rapsodia Húngara de Liszt, y este corto fue una de las películas que llamaron la atención de Walt Disney y su estudio cuando planeaban una secuencia análogamente abstracta para un largometraje animado. En 1938, Walt Disney contrató a Oskar Fischinger para trabajar junto con el dibujante Cy Young, en la primera secuencia de "Fantasia" (1940). Fischinger trabajó en la apertura de la "Toccata y Fuga en Re Menor" de Johann Sebastian Bach, que había sido transcripta para orquestra por el entonces director de la Sinfónica de Filadelfia, Leopold Stokowski, pero sus primeros esfuerzos fueron descartados como "demasiado insignificantes". Aquella primera secuencia de "Fantasía" está, a su vez, dividida en dos partes. En la primera parte, correspondiente a "Tocatta", se juega con las sombras y siluetas de los componentes de la orquesta y de su director, mientras que es en el segmento correspondiente a "Fuga" donde más se aprecia el trabajo de Fischinger. En el resultado final, las abstracciones puramente geométricas del alemán, compuestas de líneas, círculos, rombos y cuadrados, se matizaron con referencias figurativas tales como arcos de violín, cuerdas, nubes, montañas, arcos góticos y tubos de órgano, con el fin de hacer la pieza más digerible para el gran público. Esta divergencia entre los Estudios Disney y las ideas estéticas de Oskar Fischinger, llevaron a una ruptura del contrato en octubre de 1939. Otros importantes representantes del cine abstracto de animación fueron: Harry Everett Smith, John & James Whitney, Jordan Belson, Chris Larkee, Bärbel Neubauer y, el que más ha trascendido de ellos, Norman McLaren. Muchas obras pictóricas, que hacen referencia a una interacción entre música, forma y movimiento, han influido directa o indirectamente en el cine abstracto. Listaremos algunas de ellas a continuación:
- László Moholy-Nagy, "A 19", 1927, óleo y grafito sobre tela. Hattula Moholy-Nagy, Ann Arbor, Michigan, EEUU
- Theo van Doesburg, "Contra-Compositie XIII", 1925/26, óleo s/tela. Peggy Guggenheim Collection, Venecia, Italia
- Fernand Léger. "La sortie des Ballets Russes", 1914, óleo s/tela, MoMA, New York
- El Lissitzky (1890-1941). "Proun (Estudio para Proun S. K.)", 1922/23, témpera, gouache, tinta, grafito, lápiz conté y barniz sobre papel. Solomon R. Guggenheim Museum, New York
- Robert Delaunay. "Formes Circulaires", 1930, óleo sobre lienzo. Solomon R. Guggenheim Museum, New York
- Kazimir Malevich (1879-1935). "Supremus nº55", 1916, Museo de Arte de Krasnodar, Rusia
- Wassily Kandinsky. "Composition VIII", 1923, óleo sobre tela. Solomon R. Guggenheim Museum, New York
- Paul Klee. "Abstract Colour Harmony in Squares with Vermillion Accents", 1924, óleo s/cartón. Alte Nationalgalerie, Berlín
- Piet Mondriaan. "Broadway Boogie-Woogie", 1942/43, óleo sobre tela. Museum of Modern Art, New York.
Interacciones entre el Surrealismo Pictórico y Cinematográfico
Desde que André Breton escribiera su Manifiesto Surrealista, en 1924, comenzó a existir una firme voluntad de unir y adherir las artes plásticas, la literatura y el cine a dicho movimiento. Cuando buscamos palabras que lo definen, se repiten siempre las mismas: arbitrariedad, heterogeneidad, azar, automatismo, inconsciente, absurdo, improvisación, irracionalidad, incongruencia, onirismo. El surrealismo nació, y mantuvo conexiones directas con el dadaísmo (Duchamp, Richter, Man Ray) y la pintura metafísica italiana (De Chirico). Muchos críticos consideran "La Coquille et le Clergyman" (1928), de la cineasta francesa Germaine Dulac, con guión de Antonin Artaud, como el primer filme surrealista de la historia. Sin embargo, la primera obra maestra del surrealismo en cine, y la más estudiada por los teóricos, continúa siendo "Un chien andalou" ("Un perro andaluz", 1929) de Luis Buñuel con la colaboración del pintor Salvador Dalí. La idea de "Un chien andalou" surgió de la fusión de dos de sus sueños, pero no se trata de un sueño filmado sino de la exploración de cómo el inconsciente crea sentidos en el proceso de soñar. Para plasmarlos en imágenes, Buñuel y Dalí subvierten el imaginario freudiano y juegan con el simbolismo sexual como forma de crítica y parodia, especialmente a la sociedad burguesa, regida por las pautas morales represivas de los instintos. En la siguiente película "La edad de oro" (1939) el dúo Buñuel-Dalí utilizan el falso raccord de forma transgresora, con la voluntad de anular cualquier síntoma de narración lineal y coherente. Se disuelven, así, el punto de vista y la coherencia espacio-temporal, forzando a la vez la unión de lo imposible, de lo extraño, de lo siniestro. Durante el estreno de "La edad de oro", que sutilmente retrata a Jesús como un asesino serial y se burla de las reglas de la clase burguesa, estalló una sublevación entre el público asistente y, como consecuencia, se prohibió su proyección hasta 1980. Alfred Hitchcock valoró positivamente el enfoque estético que Dalí daba al psicoanálisis freudiano y decidió contratarlo para crear las escenas oníricas en "Spellbound" ("Cuéntame tu vida", 1945). En 1947 Hans Richter estrenó "Sueños que el dinero puede comprar", siete cortos que examinan el inconsciente, escritos y dirigidos por el mismo Richter, Man Ray, Marcel Duchamp, Fernand Léger, Max Ernst y Alexander Calder. Oficialmente, este es el último trabajo fílmico conocido de sello surrealista. Sin embargo los ideales artísticos del surrealismo tuvieron influencia en numerosos realizadores hasta el día de hoy. El cine experimental norteamericano, por ejemplo, con cineastas como Maya Deren, Stan Brakhage y Kennet Anger, utilizó recurrentemente el lenguaje de los sueños para sus creaciones. Realizadores europeos como Ingmar Bergman, Federico Fellini y Alain Resnais también le deben al surrealismo.
En su texto "Filmología de Bergman", Raquel Wasserman analiza "De la vida de la Marionetas" (Ingmar Bergman, 1980) de esta manera: "Peter Egerman, representante bergmaniano en su más atormentada acepción del ser existiendo en el tiempo, despojado de vestiduras, es sólo un prisionero de un voraz Moloch (objetivado en el mueble magnetofón) que le exige continua gratificación incestuosa y homosexual. En la mesa cubierta de rojo (Eros), su altar (no otro origen tiene el lugar sagrado donde se inmolaba a los dioses desde la aurora de la humanidad), la libido ha cobrado su ofrenda. Se ha sacrificado una víctima como en los remotos tiempos de las primeras comunidades humanas (…) El magnetófono deja oír una música alegre. El instinto saciado está satisfecho."(1)
La autora concluye que, dadas las notorias similitudes, para la escena del homicidio en "De la Vida de las Marionetas", Bergman se ha inspirado en el óleo de René Magritte "El Asesino Amenazado", de 1926, actualmente perteneciente al Museo de Arte Moderno de Nueva York. Y todavía podríamos agregar un dato más: el afiche publicitario de la película, en el que Peter Egerman posa una navaja en el cuello de su mujer Catalina, está directamente tomado del célebre primer plano de "Un perro andaluz" en el que un hombre, interpretado por el propio Buñuel, secciona el globo ocular de una mujer con una navaja de afeitar. Por su parte, las primeras obras de Fellini se encuadraban dentro del neorrealismo italiano, con un contenido netamente social, hasta el estreno de "Ocho y medio" (1963), que significó una bisagra en la carrera del director. Allí enfatiza la importancia de los sueños, deseos y anhelos como estímulos para el proceso creativo de un artista. La historia trata sobre un famoso director y guionista llamado Guido Anselmi (Marcelo Mastroianni), frustrado por la falta de ideas para su siguiente película, lo que deriva en una espiral de tormenos creativos, fantasías y recuerdos de su vida. Evidentemente, la cinta mantiene una relación estrecha con la vida de Fellini, como si hubiese tenido la intención de parodiarse a sí mismo. Conforme avanza la película se enlazan sueños y fantasías del más puro surrealismo, haciendo desvanecer la línea divisoria entre realidad y ficción. Incluso el manejo del metacine como recurso estilístico, es decir, del cine dentro del cine, es una característica del surrealismo, así como el sueño dentro del sueño, y la utilización de espejos que multiplican una realidad virtual al infinito. Esto último se puede ver más claramente en "El año pasado en Marienbad" (1961) de Alain Resnais con guión de Alain Robbe-Grillet, inspirado en la novela del escritor argentino Adolfo Bioy Casares, "La invención de Morel" (1940). La naturaleza fantástica y onírica del filme lo convierte en una obra maestra de inspiración surrealista. Su narrativa cinematográfica, enteramente realizada en blanco y negro, genera una gran ambigüedad espacio-temporal, dejando al espectador confuso en cuanto a la ordenación cronológica y causar de los acontecimientos. Este efecto es logrado a través de la presentación de secuencias de planos inconexos y a la yuxtaposición ilógica de las escenas y de los personajes, pero también a través de una repetición de diálogos en situaciones y escenarios diferentes, dando una sensación de dislocación entre la imagen y los diálogos. Incluso hay una utilización de flash-forwards (prolepsis internas, en estos casos) a través de diálogos que se actualizan tiempo después en la imagen. En el plano visual se presenta una serie de tromp-l'oeil formado por corredores infinitos, dibujos y pinturas de jardines geométricos, las escenas de juegos de azar que se repiten recurrentemente, la multiplicación de imágenes especulares, en una perspectiva forzada al infinito. El final resulta ambiguo y, en verdad, se presenta escindido en dos posibles finales: ¿logra la pareja escapar del hotel o el marido decide matar a su mujer antes de dejarla ir?. Este final con ambiguo no aparece exactamente así en la novela de Bioy Casares, donde la máquina de Morel condena a los personajes a una repetición infinita, a un laberinto sin salida, a un eterno looping de momentos que retornan cíclicamente en los cuales, además, no se diferencia entre el ayer, el hoy y el mañana, alcanzando el tiempo onírico en su más pura expresión. Los elementos arquitectónicos y los jardines del filme se encuadran dentro del Barroco Francés y el Neoclasicismo. Varias escenas fueron rodadas en los palacios alemanes de Schleissheim, Nymphenburg y Amalienburg, cerca de Munich. El vestuario fue diseñado por Coco Chanel en cuyos diseños Karl Lagerfeld se inspiró para su colección de primavera 2011, presentada ese año en el Grand Palais de Paris. Las fuentes de inspiración plástica son variadas, y dentro del Surrealismo y la pintura metafísica podemos distinguir referencias a obras de Giorgio de Chirico como "Piazza d'Italia con statua", 1937, óleo s/tela, Galleria Nazionale d'Arte Moderna, Roma; de Paul Delvaux, "Pygmalion", 1939, óleo s/madera, Musées Royaux des Beaux-Arts de Belgique, Bruselas, y de René Magritte: "Le grand siècle", 1954, óleo s/lienzo, Kunstmuseum Gelsenkirchen, Alemania, "The secret player", 1927, óleo s/lienzo, colección privada, "Échec et Mat", 1926, óleo s/tela, colección privada, "La reproduction interdite", 1937, óleo s/ lienzo, Museu Boijmans Van Beuningen, Rotterdam, Holanda. Otras influencias notables son las esculturas y pinturas de Alberto Giacometti y las fotografías de los jardines de Versailles tomadas por Eugène Atget en 1923. La estética surrealista sirvió como fuente de inspiración a cineastas ulteriores como el norteamericano David Lynch, el canadiense David Cronenberg y el danés Lars Von Trier, pero a ellos nos referiremos en el último apartado sobre posmodernismo.
Las piscinas de David Hockney en la pantalla grande
David Hockney (Bradford, 1937) es un pintor, proyectista, escenógrafo, fotógrafo e impresor inglés. Fue un importante representante, junto con Richard Hamilton, del Pop Art Británico en la década de 1960. Sus escenas domésticas capturan momentos de falta de comunicación dentro de una normalidad aparente. La frialdad de los colores en sus pinturas reflejan la soledad y el anonimato de las figuras humanas, a veces ausentes del cuadro, dejando apenas un índice, una huella efímera de su existencia, como la salpicadura de agua en su célebre "A bigger splash" (D. Hockney, 1967, acrílico s/tela, Tate Britain, Londres), cuadro que forma parte de su serie de piscinas. Es en California donde comenzó a retratar la opulencia del jet set y los símbolos de status de la sociedad de consumo, además de la soledad y la incomunicación subyacentes debajo de todo ese lujo. Los cuerpos desnudos de sus jóvenes bañistas, los interiores de mansiones modernas, lujosas y vacías, los exteriores de esas mismas mansiones con sus piscinas, en las que predominan las figuras masculinas (probablemente en alusión a su propia homosexualidad), reflejan también cuestionamientos existenciales en los que, por ejemplo, el color del cielo se repite en el agua, quedando la construcción humana como "flotando" en el aire, sin sustento en la tierra.
Según el diccionario de símbolos de Juan Eduardo Cirlot "por aguas se entiende la totalidad de materias en estado líquido (…) lo cual interpreta la psicología actual como símbolo del inconsciente, es decir, de la parte informal, dinámica, causante, femenina, del espíritu. De las aguas y del inconsciente universal surge todo lo viviente, como de la madre"(2) "La inmersión en las aguas significa el retorno a lo preformal, con su doble sentido de muerte y disolución, pero también de renacimiento y nueva circulación, pues la inmersión multiplica el potencial de la vida"(3).
La inmersión en las aguas, sea en la forma que fuere, representa la inmersión en el inconsciente, en lo erótico y lo tanático que subyace debajo de la superficie formal, moral y socialmente aceptada. Los sueños simbolizan el nacimiento, la transformación, la muerte y el renacimiento a través del agua. Pero también los procesos de auto-conocimiento y de creación, incluyendo la creación artística. Las piscinas de Hockney influyeron notablemente en la producción cinematográfica mundial y de ello daremos cuatro ejemplos:
"La Piscine" (1969) de Jacques Deray
La historia de "La Piscine" se sitúa en una villa de Saint Tropez durante los meses de verano. Abre con una escena en la que el agente publicitario y escritor frustrado, Jean-Paul Le Roy (Delon) y su novia Marianne (Romy Schneider) están juntos al borde de la piscina de la villa. Ella le pide a su novio que le rasque la espalda, a lo cual él accede, para luego arrojarla a la piscina y él un segundo después. Desde el comienzo se percibe cierta tensión entre ellos, y la llegada de Harry Lannier (Maurice Ronet) y su hija Penélope Lannier (Jane Birkin) desequilibrará aún más la aparente e inestable armonía. Hay un asesinato que asocia la piscina con la muerte, pero también con los celos, la posesividad, el erotismo, la perversión, el sadismo y la muerte, todo ello mezclado y sin forma, como el agua misma. Las pasiones surgen directamente del inconsciente, sin freno de la razón o de la ley, de hecho el crimen nunca se resuelve.
"Swimming Pool" (2003) de François Ozon
La historia de "Swimming Pool" (2003) de François Ozon, con Charlotte Rampling y Ludivine Sagnier en los papeles protagónicos, posee otros matices. Sarah Morton, una autora de novelas de misterio, viaja a Lacoste, Francia, para encontrar inspiración para su siguiente novela. La paz del lugar es interrumpida por Julie, una joven mujer que dice ser la hija John Bosload, el editor de Sarah. El intencionalmente ambiguo final hace que el espectador se pregunte si toda la historia realmente tuvo lugar o si fue sólo un relato ficcional imaginado por Sarah. Uno sospecha que la escritora ha estado sola en la villa durante toda la película, con lo cual el personaje de Julie sería un personaje de ficción literaria. Como Sarah es escritora, no queda claro si la trama en su totalidad es real o forma parte del proceso creativo de su nueva novela, si la realidad y la ficción no están en verdad confundidas, como ocurre en la obra de David Hockney "Play within a Play" (1963) donde la figura se confunde con el fondo, lo cual equivale a decir que la imagen tridimensional se confunde con el contexto bidimensional, ergo ficcional.
En una entrevista al diario El País, el director francés se refiere a la simbología de la piscina de esta manera: "He querido hacer de ella un espacio de libertad y sexualidad, una pantalla donde todo el mundo proyecta sus fantasmas"(4). Esta respuesta del director no hace más que reforzar lo ya dicho respecto a las múltiples significaciones del agua en el inconsciente colectivo.
"La mala educación" (2004) de Pedro Almódovar
En "La mala educación", largometraje de Pedro Almodóvar del año 2004, la piscina se re-significa dentro de la temática LGBT. La historia transcurre en Madrid en 1980 y relata el encuentro de un director de cine exitoso, Enrique Goded (Fele Martínez), con su antiguo compañero de colegio, Ignacio Rodríguez Después de una breve investigación, Enrique descubre que el joven que decía ser Ignacio era, en realidad, su hermano menor, Juan (Gael García Bernal), y que la escena en la piscina había sido una puesta en escena que escondía una historia de amor sórdido entre Juan y Manuel Berenguer, seguido de un fratricidio. Manuel Berenguer (Lluís Homar), conocido como Padre Manolo, daba clases en el colegio religioso en el que asistían Enrique e Ignacio, y abusaba sexualmente de sus alumnos, algo que ocurría con mucha frecuencia en España en el marco del sistema de educación nacional-católico de la época franquista. El tradicional universo femenino almodovariano da paso a un universo homosexual, tratado desde el travestismo, la transexualidad y la bisexualidad, dependiendo de cada personaje. Por otro lado, el director español no se olvida de sus viejas obsesiones: el amor apasionado e irracional y el cine dentro del cine que, en este caso, se transforma también en la pintura dentro del cine. Otra vez hay una confusión entre realidad y ficción, otra vez hay pasiones desenfrenadas, una muerte y un proceso creativo vinculados al espacio de una piscina. Hasta el punto de poner en escena, con el mayor lujo de detalles, un verdadero tableau vivant del acrílico sobre tela de David Hockney, "Portrait of an Artist (Pool with two Figures)" de 1972. Almodóvar reproduce no sólo la composición, el tema, las figuras y el fondo, sino también la gama cromática del cuadro.
"A bigger splash" (2015) de Luca Guadagnino.
"A Bigger Splash" (2015) largometraje de Luca Guadagnino, con guión de Alain Page y David Kajganish, puede ser considerado una remake de "La Piscine" de Jacques Deray, aunque aggiornada y con algunos giros guadagninianos de los que intentaremos dar cuenta. La primera y más obvia diferencia es el título, que alude directamente al cuadro homónimo de David Hockney: "A Bigger Splash" (1967, acrílico s/tela, Tate Britain, Londres). Tilda Swinton es Marianne Lane, una estrella de rock con un look muy similar al de David Bowie, que viaja a la isla de Pantelleria, en el sur de Italia, para recuperar la voz después de haber sido sometida a una cirugía de garganta. Su novio Paul De Smedt (Matthias Schoenaerts) es un realizador de documentales con tendencia al alcoholismo y en proceso de recuperación de un intento de suicidio. A diferencia de "La Piscine", en el largometraje italiano Marianne es una mujer independiente gracias a su profesión artística. No es un dato menor que la figura femenina principal haya quedado impedida, aunque fuese en forma circunstancial, de expresarse verbalmente, algo que Harry le atribuirá más adelante a la posesividad de Paul. Harry Hawkes (el apellido en inglés es una palabra homófona de "hawks": "halcones"), encarnado por Ralph Fiennes, es un antiguo novio y productor discográfico de Marianne, cuya llegada inoportuna perturba las vacaciones de la pareja protagónica. Presenta a Penélope como su hija, sólo que el apellido de Penélope no es Hawkes sino Lannier, por lo que uno comienza a dudar del supuesto parentesco. Hay algo desconcertante en la relación entre ambos, pero la verdadera naturaleza de esta relación queda sin resolverse a lo largo del film. Menos obvio aún y mayor la brecha que se establece con la versión francesa de Jacques Deray, es la escena nocturna de Harry y Paul en la piscina, donde Guadagnino desvanece sutilmente, con su experta cámara, la frontera entre una disputa por celos y una relación sexual entre hombres. Esto explicaría la elección del título, ya que, como dijimos más arriba, en las piscinas de Hockney encontramos mayormente figuras masculinas como sujetos del deseo erótico. La isla de Pantelleria, donde se situó el rodaje, es hoy un lugar de desembarco frecuente de refugiados provenientes del norte de África, y la película lo muestra mediatizado por la televisión, como los mismos personajes lo perciben, como si tratara de algo ajeno a ellos aún cuando se desarrolle a corta distancia. Por eso, como fondo al huis clos en el que los cuatro protagonistas quedan atrapados, se propone una crítica socio-política que, en "La Piscine" de Deray apenas se insinúa. A continuación, algunas obras de David Hockney que pudieron haber influido en las películas citadas:
- "Play Within A Play", 1963, óleo sobre tela y plexiglass, colección privada
- "Beverly Hills Housewife", 1966, acrílico s/tela, colección privada
- "Sunbather", 1966, acrílico s/tela, colección del Museo Ludwig, Colonia, Alemania
- "A bigger splash", 1967, acrílico s/tela, Tate Britain, Londres
- "Christopher Isherwood and Don Bachardy", 1968, acrílico s/tela, colección privada
- "American collectors (Fred and Marcia Weisman)", 1968, Art Institute of Chicago
- "Mr and Mrs Clark and Percy", 1971, acrílico s/tela, Tate Modern, Londres
- "Rubber Ring Floating in a Swimming Pool", 1971, acrílico s/tela, colección privada
- "Pool and Steps. Le Nid du Due", 1971, acrílico s/tela, colección privada
- "Sur la Terrasse", 1971, acrílico s/tela, colección privada
- "Portrait of an Artist (Pool with two Figures)", 1972, acrílico s/tela, colección privada
- "Two Deckchairs Calvi", 1972, acrílico s/tela, Museum Boymans-van Beuningen, Rotterdam
- "Model with Unfinished Self-Portrait", 1977, óleo s/tela, colección privada
- "Schwimmbad Mitternacht (paper pool 11)", 1978, pasta de papel colorido y prensado, colección privada
- "The photographer and his daughter", 2005, acrílico s/tela, colección privada
- "Garden with Blue Terrace", 2015, acrílico s/tela, colección privada
Notas
-1 Wasserman, Raquel. Filmología de Bergman. Ed. Fraterna, Buenos Aires, 1988. Págs. 130-131 -2 Cirlot, Juan Eduardo, Diccionario de Símbolos, Ed. Siruela, Madrid, 2007, págs. 68-69. -3 Op. Cit., pág. 69 -4 García, Rocío. "Ozon se tira a las aguas sensuales de una piscina". Diario El País. Madrid, 24 de Octubre 2003
Bibliografía:
Piqueras María Jesús y Áurea Ortiz. La Pintura en el cine. Paidós Studio. Barcelona, 1995 Fantasía (película) en Wikipedia "Johann se deja ver. Bach para tus ojos, desde Disney hasta el arpa imposible" post publicado en el Blog "Una Cosa Rara", 9 de noviembre de 2013. Wasserman, Raquel. Filmología de Bergman. Ed. Fraterna, Buenos Aires, 1988. Last Year in Marienbad. A Film as Art. Galerie Rudolfinum, Praga. Del 8 de septiembre al 27 de noviembre de 2016. L'année dernière à Marienbad. En Wikipedia. Foster, Erin. Surrealist Cinema. Film Reference. Leija, Lydia. Los recuerdos y las fantasías surrealistas de un director frustrado creativamente. Publicado el 2 de febrero de 2017 en CulturaColectiva.com Gazzillo, Agata. David Hockney, is still life. Red Milk Magazine, 27 de septiembre de 2016 García, Rocío. Ozon se tira a las aguas sensuales de una piscina. Diario El País, Madrid, 24 de octubre de 2003 Forces of nature-desire and politics in A bigger Splash. In a Lonely Place (Blog). 25 de marzo de 2016. Keska, Monika. "Las interacciones entre cine y corrientes artísticas contemporáneas" Revista Antigrama. Universidad de Zaragoza. Número 20, 2005. La mala educación. Wikipedia. Swimming Pool (film). Wikipedia. A Bigger Splash (2015 film). Wikipedia. La Piscine (film). Wikipedia.
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A bigger splash

Ano pasado en Marienbad

De la vida de las marionetas

Ocho y medio (Fellini)

La mala educacion

La piscine (Jacques Deray)

An opitcal poem (Oskar Fishinger)

Swimming pool (Ozon)

Spellbound
Un perro andaluz
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