Robin Williams: el triste final de un cómico genial
Alfred Joseph Hitchcock nació en Londres el 13 de agosto de 1899. Sus padres, William Hitchcock y Emma Jane Whelan eran de religión católica, por ello se crió en el colegio jesuita Saint Ignatius College, en el que ingresó tras la muerte de su padre para continuar con la severa educación que se le había inculcado desde pAlfred Joseph Hitchcock nació en Londres el 13 de agosto de 1899. Sus padres, William Hitchcock y Emma Jane Whelan eran de religión católica, por ello se crió enSe hace difícil escribir sobre este gran actor, que se ha suicidado esta semana, concretamente, el lunes 11 de agosto. Difícil porque era joven todavía, derrochaba humor en su cine y era un actor de notables registros, un cómico que era también un gran actor dramático. Las razones han quedado claramente expuestas en las noticias, un descubrimiento del parkinson incipiente, una larga trayectoria unido a las drogas, adicto a la cocaína, Williams estuvo la famosa noche en la que murió Belushi en su apartamento (otro actor que lo visitó fue el gran De Niro), pero también al alcohol, curiosamente, había pasado por un largo tratamiento para curar su adicción, el sábado anterior había terminado el tratamiento y se declaraba sobrio, parece ser que el ahorcamiento en su habitación no tuvo que ver con la ingesta de alucinógenos, sino que se hallaba en estado sobrio. Su mujer, Susan Schneider, le dejó en su habitación la noche anterior y se fue de casa esa mañana, creyendo que su marido, dormían separados, estaba descansando, una chica que atendía a Williams descubrió al actor ahorcado con un cinturón. La vida de Willliams se hallaba en clara depresión, hombre que lo tenía todo, dinero, fama, pero que no tenía la valoración necesaria para seguir adelante, como ha confirmado su trágico final a los sesenta y tres años, aún joven. Sus grandes papeles De sus muchos papeles, citaré solo los que me han dejado más huella, el hombre que conquistó a un grupo de chicos en la inolvidable El club de los poetas muertos, donde hacía de profesor, Keating, en una interpretación sublime, llena de matices, dando fuerza a esa vis expresiva e histriónica que le caracterizó siempre. También es inolvidable el papel de psiquiatra en la magnífica El indomable Will Hunting, donde el actor bordaba su papel, el de un hombre que había perdido a su mujer, un hombre lúcido y brillante, que logra cambiar el carácter arrogante de un joven Matt Damon, un chico listillo que no ha conocido nunca el amor, en el célebre diálogo cuando Williams le habla del amor, el cual no está en los libros, sí en la propia vida, uno se encuentra ante un gran actor, de una fuerza expresiva difícilmente igualable. También recuerdo con admiración su papel en Despertares, el del médico que hace volver al a vida al enfermo De Niro, víctima de una enfermedad que le lleva a estar postrado en la cama muchos años, bella película donde el tándem Williams-De Niro hace de esta una de las mejores películas sobre el mundo de la medicina del cine contemporáneo. Y no hay que olvidar Good morning, Vietnam, interpretación fuera de serie de este actor todo terreno que hizo mucho cine de comedia, pero que era, en el fondo, un gran actor trágico, un hombre que tenía, dentro de su vis cómica (son muchos los papeles de comedia del actor, desde su Popeye a su Peter Pan en Hook, o Mrs. Doubtfire), una sensibilidad especial, un dolor interno que no ha podido sobrellevar más años y que ha precipitado su final, uno de los grandes, sin duda alguna, lamentablemente desaparecido demasiado pronto. Pedro García Cueto |
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