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Quiénes somos Contacto Catégorie (es-es) Articulos de fondo Marzo - Abril 2016 - El cine de Frank Capra La ilusión de la sociedad americana (2)
Quiénes somos Contacto Catégorie (es-es) Articulos de fondo Marzo - Abril 2016 - El cine de Frank Capra La ilusión de la sociedad americana (2)
El cine de Frank Capra La ilusión de la sociedad americana |
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| La ilusión de la sociedad americana | |
| A veces perder una maleta puede ser un gran trastorno, pero también nos puede llevar a vivir aventuras apasionantes, si estamos de viaje y perdemos el equipaje, nos podemos enfadar mucho, pero pensemos que conocemos a alguien en ese mal trago e iniciamos una aventura que no olvidaremos, incluso nos puede llevar al amor. Esto ocurrió en la comedia de Frank Capra, muy premiada y valorada, Sucedió una noche (It happened one night, 1934). Una de esas películas deliciosas de los años treinta donde la comedia alocada no para de hacernos sonreír. Se trata de la historia de Ellie (rica heredera) que, tras conocer que su padre ha anulado su matrimonio con King Westley, un playboy cazatalentos, decide huir desde Miami a Nueva York para encontrarse con Westley, Inicia un viaje en autobús y conoce a Peter Warne, un periodista que acaba de perder el empleo. A Ellie le roban la maleta en la primera de las paradas, y en la segunda pierde el autobús, solo Peter la espera en el andén. Este descubre que es la hija de un magnate, pero no le dice nada, con el afán de dar la exclusiva a su periódico. Peter ofrece su ayuda a la chica con la condición de poder publicar la exclusiva de su huida. Pero en el viaje ella se enamora de Peter, este rehúsa su amor y marcha a Nueva York mientras ella duerme para publicar la historia y conseguir mil dólares, la cantidad mínima para poder pedir a Ellie el matrimonio, pero al volver ya no está, esta llamó a su padre y este le prometió que podía volver a casarse con el playboy. Pero Ellie ya está enamorada de Peter. Al final, los dos enamorados acaban juntos y, como en todas las comedias de la época, todo termina con un final feliz. Como hemos podido leer, la maleta les une indiscutiblemente en este viaje donde se juntan los intereses del periodista con el amor, viven una serie de historias que dan a la película ese tono de comedia rápida, donde el encanto de los protagonistas va llegando al espectador. La pareja no podía ser más atractiva: Clark Gable como Peter y Claudette Colbert como Ellie. Sucedió una noche fue el resultado de un cúmulo de circunstancias, todo empezó cuando Capra y Riskin querían realizar una película de época, concretamente sobre el motín de la Bounty, pero los derechos de la versión novelada del suceso, publicada en 1932 por Charles Nothoff y James Norman Hall, y el dinero global de la futura película encontraron la negativa de Harry Cohn. La alternativa que se le ofreció a Capra era hacer una película de comedia, basada en un relato corto y actual publicado en las páginas de Cosmopolitan por Samuel Hopkins Adams bajo el título de Night Bus. Tampoco los actores fueron los primeros elegidos, Gable fue un préstamo de la MGM, ya que Mayer se negó a ceder al actor pensado para el papel, Robert Montgomery. Claudette Colbert solo fue la última opción tras el rechazo de otras importantes actrices, sin embargo, para ambos supuso una película fundamental en sus carreras. Sucedió una noche se convirtió en un gran éxito, ganó cinco Oscars de la Academia, mejor película, mejor director, mejor guión adaptado, mejor actor principal y mejor actriz principal. El éxito de la cinta tuvo mucho que ver con el perfeccionamiento del cine de Capra, ya que la historia se centró en la relación sentimental entre un hombre y una mujer de distinta condición, trató un tema que apareció en muchas películas de la época, la dicotomía entre riqueza material y riqueza espiritual, a través de actos cotidianos, que van consiguiendo que los dos protagonistas se enamoren. Hechos como mojar las rosquillas en el café, comer zanahorias crudas, cualquier acto aparentemente banal sirve de excusa para ir más lejos y lanzar el mensaje de Capra, hay que recuperar el estilo natural, huyendo del mundo capitalista que triunfaba poderosamente en los Estados Unidos. En la película, el amor está por encima de las clases sociales, Ellie se enamora de Peter, porque le gusta cómo actúa ante las situaciones cotidianas y Peter, aunque sabe que ella es millonaria, también ve en Ellie una mujer hermosa, sensual, de la que empieza a enamorarse. Sin duda alguna, por un acontecimiento tan tonto como perder la maleta, ambos empiezan un periplo que los va uniendo, logrando que la cinta se convierta en un reflejo del americano medio y de sus costumbres, ensalzando lo cotidiano sobre cualquier artificio. Peter refleja al americano capaz de resolver los problemas, en una clara alabanza al hombre de clase media, que sabe cómo afrontar los problemas de la vida, Ellie también es una mujer más allá del dinero, sencilla y que logra encontrar encanto a un mundo al que nunca había prestado atención, ambos son los estereotipos de una sociedad desenfadada y noble que siempre ha prevalecido y protagonizado el cine de Frank Capra. La película no sucedió en una noche, sino en cuatro, pero el título explica muy bien cómo el amor sucede así, deprisa, como un encantamiento, del roce surge el cariño y de este el amor. Capra nos ofrece situaciones cotidianas para hablarnos de la clase media americana, de su sentido noble y leal ante la vida, como si al hacerlo, estuviese alabando a los americanos que han protagonizado, con éxito, la supervivencia ante una depresión terrible como reflejó la novela de Steinbeck "Las uvas de la ira". Esta victoria de un pueblo es la que hace de esta cinta un éxito, porque muchos americanos disfrutaron con este tipo de comedias que Capra siguió realizando con bastante éxito, no hay que olvidar películas como "El caballero sin espada", "Juan Nadie" o "¡Qué bello es vivir!", todas ellas películas amables y con final feliz. Por una maleta y por un viaje asistimos a una historia de amor, donde el dinero no es lo más importante, no hay que olvidar el genial plano en el que Colbert enseña su pierna mientras ellos hacen autostop, método mucho más efectivo que el pulgar de Gable, todo un guiño a la mujer como el emblema de un país que ha sabido salir de una gran pobreza con enorme dignidad. Concluyo diciendo que el idealismo ante la vida de Peter se une al pragmatismo de Ellie, en una conjunción estupenda para ser una pareja que puede funcionar como tal a lo largo del tiempo, Capra sabe muy bien que los polos opuestos se atraen y que sus protagonistas tienen futuro, como lo tiene su país ante las adversidades del destino, nada más y nada menos. Pedro García Cueto |
Frank Capra
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