Japón, 2018 Título original: Shoplifters Dirección y Guión: Hirokazu Koreeda Reparto: Kirin Kiki, Sôsuke Ikematsu, Lily Franky, Moemi Katayama, Sakura Ando, Mayu Matsuoka Duración: 121 minutos
Sinopsis: Osamu y su hijo Shota se encuentran con una niña llamada Yuri, en mitad de un frío glacial. Al principio, y después de ser reacia a albergar a Yuri, la esposa de Osamu, Nobuyo, acepta cuidarla cuando se entera de las dificultades que afronta. Aunque la familia es pobre y apenas gana suficiente dinero para sobrevivir a través de pequeños delitos, parecen vivir felices juntos, hasta que un accidente imprevisto revela secretos ocultos, poniendo a prueba los lazos que los unen.
"Asunto de Familia" es una película que nace de la pregunta: ¿qué es lo que hace que una familia se constituya como tal, los lazos sanguíneos, económicos o emocionales? Cada miembro de esta familia proviene de núcleos familiares que se han resquebrajado y juntos han formado un nuevo núcleo. En verdad se trata de marginales que se han adoptado unos a otros a través del cariño. "Como señala Lacan" -dice Fabiana Chirino en su artículo Del deseo no anónimo y sus efectos en la constitución subjetiva de los niños, hoy-, "finalmente, todos somos adoptados, condición necesaria de todo ser humano para constituirse como sujeto" y cita textualmente a Adela Fryd "somos todos hijos adoptados de un deseo que nos hizo vivir". Es decir que, más allá de los lazos sanguíneos, existe una adopción mutua de los miembros de una familia, que pasa por lo afectivo. Entre la abuela Hatsue y la hija mayor, Aki (Lin), existe además de un lazo sanguíneo, otro vínculo de tipo económico, ya que la abuela cobra una cantidad de dinero de los padres Lin a cambio de hacerse cargo de ella. Robo, prostitución, asesinato, analfabetismo, todo ello forma parte del sino marginal de esta familia. Sin embargo, existen lazos afectivos entre ellos, que hacen que uno evite estigmatizarlos según nuestros patrones morales socialmente aceptados. El director nos invita a simpatizar con ellos, a no juzgarlos ni verlos desde un punto de vista moralista, aún cuando nos resulte difícil aceptar sus formas de supervivencia. Esta es una de las características del cine posmoderno: evitar los juicios a priori, creando personajes con mucho claroscuro. Para dar un ejemplo: la esposa de Osamu no puede tener hijos pero es mejor madre que la verdadera madre de Yuri, quien no quiso tenerla y por eso la castiga físicamente. Para el Estado, la familia se constituye a través de la sangre, pero no siempre esto es lo ideal para el individuo. La tragedia del final lo confirma. La intervención de la ley no mejora la situación original de los individuos, todo lo contrario. Jota se cansa de vivir marginalmente y se hace atrapar por la policía durante el hurto de un supermercado, algo que para él ya había pasado a ser una actividad rutinaria. La intervención de la ley establece un punto de quiebre que desarma estos lazos familiares electivos, forzando a cada uno de sus miembros a volver a la situación original de conflicto. La casa en la que vivían queda vacía y oscura, como vacía y oscura queda el alma de Lin mientras la contempla con una mezcla de tristeza y nostalgia. Aunque Osamu y Nobuyo comparten la culpa por el "secuestro" de Yuri (un extraño secuestro sin pedido de rescate), es Nobuyo quien es condenada mientras él queda libre: ¿la ley japonesa es parcial y favorece a los hombres por sobre las mujeres?. También la ley decide sobre los niños como si ellos no tuvieran voluntad propia. Jota es enviado a un internado para ser alfabetizado (algo que podemos percibir como positivo) pero queda sin el afecto de Osamu, lo que evidencia el lado sombrío de su nueva situación. Para el Estado los vínculos emocionales no cuentan. La policía regresa a Yuri con su madre de sangre. La última toma de la película muestra a Yuri trepando por la pared del patio un segundo antes de saltar. No hay happy ending sino un final trágico. En la comisaría, el director Koreeda no planeó un plano / contra-plano del interrogador y los interrogados, por eso nosotros permanecemos casi siempre del lado del investigador, juzgando fríamente a los mismos personajes con los que hace tan solo unos minutos atrás, sentíamos una cierta identificación. Para el público resulta un lugar incómodo pues la cámara lo coloca en el lugar de una sociedad que emite juicios morales y, como si con ello no bastase, las preguntas de la policía vienen plagadas de manipulaciones tendientes a hacer que los acusados se quiebren y se traicionen entre sí. Queda entonces planteado el conflicto entre el Estado, la Familia y el Individuo. El Estado mediante la ley determina lo que está bien y lo que está mal. Pero esto no siempre se condice con la realidad social e individual. Son macro-estructuras rígidas mostradas por la película para hacernos ver que la integración social, basada en la familia de sangre, es sólo un mito.
Adriana Schmorak Leijnse
Bibliografía:
Chirino, Fabiana. "Del deseo no anónimo y sus efectos en la constitución subjetiva de los niños, hoy" en Nueva Escuela Lacaniana. Boletin-22 a-ritmo propio. Familia. Fryd, Adela (2001). Revista Virtualia. N°2.
|



|