Estados Unidos, 2017 Dirección: Lee Unkrich, Adrián Molina Guión Adrián Molina, Matthew Aldrich (Historia original: Lee Unkrich, Jason Katz, Matthew Aldrich, Adrián Molina) Música Michael Giacchino Fotografía Animation, Matt Aspbury, Danielle Feinberg Duración 109 min
Nota Cinecritic 
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Con una deslumbrante cinta, Pixar nos da una gran visión acerca de lo que es una tradición muy arraigada en México, el Día de los Muertos. Con una trama llevada específicamente para el público infantil, Pixar nos transporta a un mundo maravilloso que sólo está en la imaginación de un niño. El filme es tan solo una pequeña muestra de todo lo que conlleva la celebración para un pueblo como el mexicano. El festival de colores hace la cinta más rica visualmente hablando. Para los mexicanos, la muerte es algo totalmente distinto a como se puede apreciar en otras culturas. Para muchas comunidades alrededor del mundo, la muerte es una situación solemne, que significa respeto, temor, obscuridad, etc.; para los mexicanos es la oportunidad de reunirse con nuestros seres queridos que se han ido al viaje que tenemos que tomar todos en algún momento. La película comienza con Manuel, un niño que encuentra su vocación en la música, pero por alguna razón, dentro de su familia, la música está vetada y no se permite ni siquiera la sola mención de ella en su casa. El niño canta y toca su guitarra con gran talento, pero sus padres y abuelos no permiten que se desarrolle en ella. El cuida a su bisabuela que ya no se mueve y rara vez habla debido a su avanzada edad. La celebración llega y todos ponen altares en recuerdo de sus muertos, preparando distintas clases de homenajes y tributos; pero a su ancestro que fue músico no se le nombra y todas las fotos que se tenían de él, han sido cortadas para tratar de eliminarlo de su recuerdo. Por azares del destino viaja a la tierra de los muertos y trata de encontrar a ese ancestro que todos repudian, y la aventura comienza. La película tiene una variedad de matices con respecto a la cultura mexicana que el espectador se maravilla con la vasta combinación de colores y figuras que se aparecen una después de otra. La cinta está cargada de una emotividad tremenda y en ciertas partes, aun el espectador más fuerte, no puede más que sentir una emotividad que llega a lo profundo y logra una catarsis. La música es dinámica y sentimental, el track "Recuérdame" llega a provocar las lágrimas involuntarias del espectador. La cinta está pensada para un público infantil, pero mueve a los adultos de manera conmovedora para hacerla un filme memorable. La trama está basada en alegorías a la tradición mexicana que empezó a hacerse manifiesta en cintas como Spectre (2015) que muestra el desfile del día de los muertos en la Ciudad de México; la magnificencia del desfile, la majestuosidad de los disfraces y la multitud arremolinada en las calles para celebrar demuestra los alcances de la celebración; esto aunado a diferentes manifestaciones de adoración a deidades como la Santa Muerte que tiene arraigo en México, dan a la cinta un toque místico y sobrenatural. Alguna culturas podrían considerar irreverente la manera que el mexicano ve la muerte, su costumbre de llevar música, comida y fiesta a los cementerios en la celebración, sería considerada como extraña para algunas culturas; pero causa curiosidad en muchas partes del mundo. "Coco" es la candidata más fuerte para llevarse el Oscar a la mejor película animada; a pesar de la competencia que significan las otras cintas, el Bafta nos da un referente de lo que será el resultado. Con esta película, Pixar da una lección a los mexicanos de cómo llevar la cultura de un pueblo a través de las fronteras, de una manera festiva y alucinante; tocando un tema tan susceptible cómo la muerte, mostrándolo como una tradición que, si bien, no quiere ser copiada, puede ser admirada alrededor del mundo.
Javier Mora
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