Apasionada, medida, melancólica y divertida. Así es la última película del director italiano Paolo Virzì, del que recordamos la espléndida "El capital humano", Oscar a la mejor película extranjera en 2014. "Locas de alegría" recuerda, en cierta medida, a la anterior en su duplicidad humor-drama. Virzì suele realizar historias con fondo triste, crítico, desgarrado incluso, pero, siempre, aportando pinceladas divertidas que se ríen de la tragedia humana. "Locas de alegría" cuenta la historia de Beatrice (Valeria Bruni Tedeschi) y Donatella (Micaela Ramazzotti), dos internas de un psiquiátrico del centro de Italia, donde han ido a parar, por diversos motivos. Beatrice, enloquecida y disparatada, proveniente de una aristocrática familia, cree, todavía, que vive en un mundo de riqueza y poder, mientras que Donatella, resiste, amargada, frágil e introvertida, escondiendo un devastador secreto de su pasado. Las dos se unen en una tierna y desesperada amistad. Un día, aprovechando una salida del psiquiátrico, burlan la vigilancia y escapan, decididas a ser felices. La historia, que recuerda, en algunas partes a la mítica película "Thelma y Louise" es vivaz y tremenda. Terrible por lo que subyace de la tragedia de la locura, de la depresión, de la soledad, que en muchos casos es completamente destructiva y empuja a estas mujeres a hacer cosas absurdas que aparentemente no pueden tener un desenlace feliz. Sin embargo, Virzí, como decimos, sabe dosificar la tragedia y la desesperación aportando, también, una visión del mundo humorística e irónica. Reímos con Beatrice y Donatella, sobre todo con la primera, casi de continuo. Pero, cuando creemos que nos estamos relajando, Paolo Virzì nos recuerda la otra cara menos amable de la historia. La película está centrada en estos dos personajes. En este sentido, agradecemos, cosa que no es habitual, que sean dos mujeres los ejes de esta historia. Dos actuaciones memorables que dan verosimilitud, emoción, sensibilidad y carácter a estos maravillosos personajes. Excelentes interpretaciones. Particularmente, la de Valeria Bruni Tedeschi, sin lugar a dudas, en uno de sus mejores papeles hasta la fecha. Los demás intérpretes, tanto las internas como los profesionales del psiquiátrico así como la galería de personajes del exterior, seguramente mucho más desequilibrados, insensibles y crueles, que los que se encuentran dentro del sanatorio, dan la réplica más que correcta a estas dos inmensas actrices. "Locas de alegría" es, además, una road-movie. Ágilmente rodada, bien estructurada, posee un guion notable, donde no hay prácticamente altibajos. La fotografía, la música, la ambientación y por supuesto la interpretación, como ya hemos subrayado, son el contrapunto adecuado a una bella historia de lucha, de amor por la vida y de superación personal. Un grito desesperado que las dos protagonistas, inmersas en su drama y su locura, expresan frente a un mundo cada vez más duro e inhumano. De nuevo, Paolo Virzí brilla con su cine.
Carmen Pineda
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