Delon recibe un premio en Cannes
El sábado 25 de mayo de 2013, en el festival de Cannes, el actor francés Alain Delon (1935) ha sido galardonado con un premio especial del Jurado por su carrera artística. Mito del cine francés, actor fetiche del Visconti de los años sesenta, solo hay que recordar El gatopardo (1963) o Rocco y sus hermanos (1960), películas en las que dejó no solo su galanura, sino también su carácter de gran actor, de hombre con personalidad y fuerza. Pero Delon fue también uno de los fetiches del cine policíaco de los sesenta y setenta en Francia. En aquellas películas de Henri Verneuil en 1959, como El clan de los sicilianos, magnífica historia donde el veterano Jean Gabin y Delon hacían una pareja de lujo. Delon fue también el amante de Romy Schneider, el hombre que la enamoró en la vida real, pero que también la dejó prendada de ese amor hondo, que no pudo superar la famosa y malograda actriz, en La piscina. Delon dejó a la actriz, porque no era hombre para una sola mujer, dada su apostura y su talante de galán francés. No hay que olvidar el talento de Delon en películas como El asesinato de Trotsky o El otro señor Klein, sin dejar de recordar la que fue una de sus obras maestras, la famosa cinta de René Clement, A pleno sol, donde compitió la aventura policíaca, el señor Ripley, con el ya bastante olvidado, Maurice Ronet. Las imágenes de los dos guapos actores en el barco es ya parte de la antología del gran cine francés de todos los tiempos. Ahora, el Festival de Cannes le da un premio y nos viene a la memoria las noventa películas en las que ha intervenido, muchas de ellas, policíacas, algunas no muy relevantes, pero en todas ha dejado su sello de galán y de hombre con gran personalidad. No hay que olvidar que en Borsalino, tuvo como rival a Belmondo, una pareja muy carismática, el guapo actor francés y el feo Belmondo, pero de notable vis cómica y gran actor también. Nos queda Delon, su guiño al paso del tiempo, su humor, su buen cine, con los mejores directores de la época, con ese baile inolvidable con Claudia Cardinale en El gatopardo, pero también sus películas de aventuras, algunas rodadas en España, como El zorro. Aunque se haga mayor, conserva algo del galán, del hombre pícaro que fue, del seductor de otras épocas, nos recuerda que el cine que ahora ha perdido parte de su glamour, tuvo una época en que nos sedujo por esa forma en que el galán llenaba la pantalla, con el nombre de Delon, Louis Jourdan o el malogrado Gerard Philippe, entre otros. Nos quedamos, los cinéfilos, con la imagen de Delon en aquel duelo interpretativo con Maurice Ronet en A pleno sol o en los momentos amorosos que compartió con Romy Schneider, una mujer que siempre le amó y que él, un día ya lejano, también quiso. Si tuviese que elegir una película del actor francés, me quedaría con la que hoy aún me emociona en cada plano, la obra maestra de Visconti, Rocco y sus hermanos, una epopeya donde pervive el espíritu de Dostoievski y su famosa novela, Los hermanos Karamazov y donde contemplo a un gran actor, algo más que un galán, Delon, el hombre que aún esboza una sonrisa pícara al darle el premio honorífico en Cannes, merecido, desde luego. Pedro García Cueto |
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