El Festival Internacional de cine de San Sebastián, alcanza este año su 57 edición; un festival nacido en 1953, y que desde su creación no ha sufrido ninguna interrupción. Rafael Gil, fue el encargado de recoger el premio a la Mejor Película de esa Semana Internacional de Cine con su película La guerra de Dios, una película que se llegó a considerar de interés nacional, tanto por el realismo de sus escenas, como por su intento en mostrar la lucha de clases en el mundo rural. Al año siguiente y gracias al éxito de público y la calidad de las películas presentadas, la Semana consiguió el reconocimiento de categoria "B(1)", que otorgaba la Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Films (FIAPF), volviendo a recaer el máximo galardón en otro director español, Antonio del Amo, por Sierra maldita, cuya temática lorquiana, se adentraba en la capacidad documental de un cine de ficción. En 1955, la FIAPF tuvo que reconocerlo como competidor, y pasó a denominarse Festival Internacional de Cine, por lo que ya se podían otorgar premios de carácter oficial. Nacía entonces la Concha de San Sebastián, un galardón que debía decidir ya un jurado internacional y que aún no era de oro. El realizador italiano Giuseppe de Santis, fue el encargado de recogerla por su filme Giorni d´amore. Italia, representada por la película La nonna Sabella de Dino Risi, sería el primer país en recoger la Concha de Oro en 1957, el año en el que se le otorgó definitivamente la categoría "A(2)". El recién creado premio, volvería a la península itálica en otras tres ocasiones; la primera, cinco años más tarde, cuando Damiano Damiani, la recogió gracias a una historia que llevaba por título L´isola di Arturo; al año siguiente, en 1963, cuando Alberto Lattuada hiciera lo mismo con Mafioso, y por último Nelo Risi con Ondata di calore la ganó en 1970(3). La segunda Concha de Oro en 1958, se iría a Polonia, cuando el jurado se la concedió a Tadeusz Chmielewski por su película Ewa shce spac. El país centroeuropeo tardaría veintisiete años en volver a acariciar la distinción(4), y lo haría gracias a Yesterday de Radoslaw Piwowarski. Estados Unidos fue el tercer país que se alzó con la Concha de Oro, con The Nun's Story, una realización de Fred Zinnemann. Esta victoria en 1959, no presagiaba que este país se convirtiera en el más galardonado de la historia del Festival Internacional con un total de nueve conchas de oro. El propio Marlon Brando repetiría en 1961 con One-eyed Jacks; Elia Kazan, en 1964 con América América; Stanley Donen en 1967 con Two for the road, Francis Ford Coppola(5) en 1969 con The rain people; Tom Gries, tres años después gracias a The glass house, Terence Malick en 1974 con Badlands; Robert M. Young en 1978 con Alambrista, y finalmente Wayne Wang con A thousend years of good en 2007. La cuarta Concha de oro se otorgó al director Jiri Weis que representaba a Checoslovaquia en 1960 con su filme Romeo, Julie a Tma. Cinco años más tarde, otro realizador checoslovaco, Otakar Vávra volvería a conseguirla con Zlatá reneta, en el que fue el primer premio ex-aequo del festival que también obtuvo Edward Dmytryk por su cinta Mirage representando a Estados Unidos. El prestigioso premio se repartiría en otras cuatro ocasiones, (exceptuando los premios no oficiales de 1981(6) y 1983(7)). En 1989, Hommer and Eddie, de Andrei Konchalovski (Estados Unidos) y La nación clandestina, de Jorge Sanjinés (Bolivia). Cuatro años más tarde a Principio y fin, de Arturo Ripstein (México) y Sara, de Dariush Mehrjui (Irán). En 1996, Bwana de Imanol Uribe (España) y Trojan Eddie, de Gillies Mackinnon (Irlanda), y por último, diez años más tarde, en 2006, Niwemang/Halfmoon de Bahman Ghobadi (Irán-Irak-Austria-Francia) y Mon fils a moi de Martial Fougeron (Francia). Gran Bretaña, la antigua Unión Soviética (URSS), y Francia(8) empatan a tres en la obtención del galardón donostiarra. En 1966, Desmond Davis, sería el primer británico en conseguirla con I was happy here. Dos años más tarde, Peter Collinson repetiría con su cinta The long day´s dying, y siendo Andrew Grieve el último en hacerlo con On the Black Hill en 1988. Diez años más tarde que el país británico, la URSS, conseguiría dos Conchas consecutivas, una en 1976 para Emil Lotianu por Tabor ujodit v niebo y otra en 1977 para Nikita Mijalkov por Mekhanicheskogo pianino. Gueorgui Danelia, cerraría la década de los setenta con el máximo galardón de San Sebastián por Ossenij marafon. Por su parte, uno de los precursores de la nouvelle vague, Eric Rohmer, ganaría en 1971 la primera Concha para el país francés, con Le Genou de Claire; Claude Chabrol lo haría en 1997 con la cinta Rien ne va plus y por último François Dupeyron en 1999, con C´est quoi la vie?. Fue precisamente una colaboración de Francia con Bélgica y Palestina, del director Michel Khleifi, titulada Noce en Galilée, la que abrió en 1987 el camino de las coproducciones merecedoras del preciado galardón. Y es que esta fórmula de producción ha salido victoriosa en un total de diez ocasiones(9): Mort Ransen con Margaret´s museum (Canadá-Gran Bretaña, 1995), Alejandro Agresti, con El viento se llevo lo que (Argentina, Holanda, España, Francia, 1998), Arturo Ripstein con La perdición de los hombre (México-España, 2000), Fernando León de Aranoa con Los lunes al sol (España-Francia-Italia, 2002), Bahman Ghobadi con Turtles can fly (Irán-Irak, 2004), Bohdan Sláma con Steti "something like happiness" (República Checa-Alemania, 2005) y Yesim Usta Oglu con Pandoranin kutusu (Turquía-Francia-Alemania-Bélgica, 2008). Otros países que han conseguido el máximo galardón (10) del Festival han sido, Argentina por Un lugar en el mundo de Adolfo Aristarain (1992); Chile por Taxi para tres de Orlando Lübbert (2001), Alemania por Schussangst de Dito Tsintsadze (2003) y China que fue la ganadora de la edición 2009, por City of life and death, del realizador Lu Chuan y cuya victoria se vió ensombrecida por dos películas con participación española; El secreto de sus ojos (11) de Juan José Campanella y Yo también de Álvaro Pastor y Antonio Naharro. Y es que España, ha sido el segundo país que más premios tiene en su haber (12) después de Estados Unidos. El primero llegó en 1973 con El espíritu de la colmena, de Victor Erice, una película ambientada en un pueblo de la meseta castellana al que llega "la camioneta del cine" para proyectar la película El doctor Frankenstein, y que planteaba desde la inquietud despierta y anhelante de la infancia hasta el hermetismo entre sombrío y callado de la madurez. Dos años más tarde, sería el drama de la claustrofóbica relación de una madre y un hijo que viven en el bosque y que llevaba por título Furtivos, la que haría ganar la Concha a José Luis Borau. En 1986, España triunfaría con el director torrelaveguense Manuel Gutiérrez Aragón; precisamente con una película ambientada en 1959 en un valle de Cantabria y que llevaba por título La mitad del cielo. En 1990, Cartas de Alou, una historia sobre la inmigración subsahariana en España y sus prejuicios dirigida por Montxo Armendariz, se alzaría con la cuarta Concha para nuestro país, y al año siguiente Juanma Bajo Ulloa, conseguiría la quinta con Alas de mariposa, un dramático filme que narra la vida de un matrimonio norteño de baja extracción social que se enfrenta al asesinato de su hijo recién nacido a manos de su hija mayor. El sexto galardón (13) sería para Imanol Uribe en 1994, que con un thriller pasional, hiperrealista y desaforado, trataba sobre la relación de un miembro de la banda terrorista ETA y una drogradicta; Dias contados se convertía así en la última representante española premiada con la Concha de Oro. En esta edición, la Concha de Oro espera a cuatro cintas españolas; Aitá, de José María de Orbe, protagonizada por Luis Pescador y Mikel Goenaga y producida por Luis Miñarro que optará además al Premio Kutxa de Nuevos directores; Elisa K,de Judith Colell y Jordi Cadena, una adaptación de Elisa Kiseljak de Lolita Bosh; Pa nere de Agustí Villaronga que acude por tercera vez a San Sebastián con una historia ambientada en la postguerra en una zona rural catalana, y El gran Vázquez, un biopic de la vida del dibujante interpretado por Santiago Segura y dirigido por Óscar Aibar. Las estadísticas no mienten, y, otro año más, convierten a España en uno de los países candidatos a conseguir la Concha de Oro, en un espacio cinematográfico donde, afortunadamente no valen los números, sino las grandes historias y los directores buscadores de conchas. Jesús de la Peña Sevilla

(1) - Categoría no competitiva. (2) - En 1956, se otorgaron Premios no oficiales en dos secciones. A la Mejor Película Extranjera, que recayó en la película italiana Il ferroviere de Pietro Germi, y en Todos somos necesarios de José Antonio Nueves Conde, en la categoría de Mejor Película Española. (3) - El director italiano Marco Ferreri, obtendría en 1981, el premio no oficial de la crítica internacional por Storie di ordinaria follia. Una año más tarde y de nuevo en un año marcado por la ausencia del preciado galardón, Luciano Odorisio obtendría el premio Alfono Sánchez para nuevos realizadores por su Sciopen. (4) - En 1980, tan solo cinco años antes, la película Dyrigent del realizador polaco Andrzej Wajda, ganó el Premio de la Crítica Internacional, pero dicha edición estuvo marcada por la no oficialidad de los premios. (5) - El director sería de nuevo premiado por la Crítica Internacional por Rumble Fish en 1984, otro año en el que los premios no eran oficiales. (6) - Premio Alfonso Sánchez para nuevos realizadores de 1981: (Ex-aequo) La festa perduta, de Pier Giuseppe Murgia (Italia) y Malou, de Jeannine Meerapfel (Alemania). (7) - Premio Donostia para nuevos realizadores 1983: (Ex-aequo) Marc Didden, por Brussel by night (Bélgica) José Antonio Zorrilla, por El arreglo (España). (8) - En 1983, Francia conseguiría además en la sección no oficial, el Gran Premio de la Crítica internacional por Coup de Foudre de Diane Kurys y en 1984, Valeria Sarmiento el Gran Premio Donostia para nuevos realizadores por Notre mariage. Ese mismo año Teo Escamilla obtendría la mención especial por Tú solo representnado a España. (9) - Si contamos la anteriormente mencionada Niwemang/Halfmoon de Bahman Ghobadi. (10) - No se incluye el Premio Donostia para nuevos realizadores de 1981 a Turquía por Hazal, de Alí Ozgentürk, por no ser oficial. (11) - Coproducción Argentina (46%) y Española (54%). Según datos de la Filmoteca Nacional. (12) - No incluimos el Gran Premio de la Crítica Internacional, el drama desenfadado y sórdido Demonios en el jardín de Manuel Gutiérrez Aragón de 1982, por no ser oficial. (13) - Sin contar Bwana de Imanol Uribe ganado ex-aequo en 1996.
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La mitad del cielo

Las cartas de alou

Detective y la muerte

Dias contados

Bwana

Los lunes al sol
City of death
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