
La tierra de los hombres rojos

El Cant dels Ocells
A l´aventure
Teza
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En esta nueva edición del festival de cine de Rotterdam, fueron seleccionadas catorce películas para los Premios VPRO (Tiger Awards Competition) que incluyen primeras y segundas realizaciones provenientes de todos los continentes, entre ellas ocho estrenos mundiales. Por primera vez se han incluido en competición largometrajes de Turquía, Nueva Zelanda e Indonesia y, para los premios Tiger Awards a los mejores cortometrajes, se presentaron 27 filmes de hasta 60 minutos de duración. El programa del festival se dividió en tres grandes secciones: A Bright Future (Un futuro brillante): plataforma de lanzamiento para los realizadores del futuro. El festival presentó en esta sección los trabajos más importantes e innovadores llevados a cabo por realizadores nóveles provenientes de todo el mundo. La sección consistió principalmente en primeras y segundas realizaciones, incluyendo las que se presentaron en competición para los premios Tiger Awards. Spectrum (espectro): incluyó el trabajo de realizadores experimentados y de artistas que significan una contribución esencial a la cultura fílmica internacional. Spectrum reunió lo más nuevo y destacado de autores consagrados. Una parte de Spectrum estuvo dedicada a los cortometrajes. La selección de alrededor de 250 filmes de hasta 60 minutos de duración incluyó los géneros ficcionales, el documental, la ensayística y los cortos experimentales. Signals (señales): se dividió a su vez en una serie de programas temáticos, retrospectivas, exhibiciones y performances. Este año Signals incluyó las retrospectivas de tres realizadores -la del director polaco Jerzy Skolimowski, la del italiano Paolo Benvenuti y la del suizo Peter Liechti-un programa de proyecciones en espacios públicos bajo el título de Urban Screens, la exhibición grupal Aspect Ratio y un homenaje al Joven Cine Turco (Young Turkish Cinema), con una serie de filmes que mostraron el desarrollo del cine independiente en Turquía.
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La muerte como desencadenante del drama
The Karamazovs (República Checa / Polonia, 2008) es un filme realizado por el director y escritor checo Petr Zelenka, basado en la adaptación para teatro de Evald Schorm de la novela "Los Hermanos Karamazov" de Fiodor Dostoievski. La historia tiene lugar en una zona industrial de Polonia, dentro de una fábrica siderúrgica destartalada. Un grupo de actores pertenecientes al Teatro Dejvicke de Praga llega a ese ruinoso espacio para ensayar una obra que luego formará parte de un festival de teatro alternativo. Pero allí, el drama no sólo está dado por la obra de Dostoievski que el grupo se dispone a ensayar, sino paralelamente por la muerte accidental del pequeño hijo de uno de los obreros, que el día anterior había resbalado de un andamio lastimándose seriamente la espina. Este paralelismo entre estos dos relatos atraviesa toda la trama en The Karamazovs. Saltando permanentemente del pasado al presente, Zelenka trabaja en dos niveles de tiempo haciendo constantes asociaciones entre la Rusia de Dostoievski y la época actual en el este de Europa. Dimitri - el ex militar impulsivo y vividor-, Iván -el ateo y racionalista, Alexei -el sacerdote y ferviente creyente en Dios- y Smerdiakov -el hijo bastardo y sirviente de la familia- son los hermanos Karamazov, hijos de Fiodor Pavlovitch, un hombre vulgar, inmoral y cruel que ha dejado a sus hijos al cuidado de terceros. La novela de Dostoievski es la historia de un parricidio, pero sobre todo es una reflexión filosófica sobre la existencia de Dios, del bien y del mal, de la imposibilidad de una justicia terrena y de la responsabilidad individual frente a los propios actos. Los cuatro hermanos representan los diferentes sectores de la sociedad rusa del siglo XIX y, por extensión, a toda la humanidad. Si bien es Smerdiakov quien lleva a cabo efectivamente el parricidio, Iván se transforma en instigador al decir que "Dios no existe y por lo tanto todo está permitido". Iván es el autor ideológico de la muerte de su padre y, simbólicamente, de Dios, como padre primigenio. Por su parte Dimitri, al competir con Fiodor por la misma mujer, de alguna manera intenta ocupar su lugar: ¿el lugar del padre, el lugar de Dios? El héroe en la novela de Dostoievski es Alexei, el creyente, para quien el hombre no puede vivir sin la idea del bien y el mal. Esto se confirma con el suicidio de Smerdiakov, el parricida. Aún cuando el tribunal encuentra culpable a su hermanastro mayor (prueba de la ineficacia de la justicia del hombre), el hijo bastardo no puede soportar la culpa por lo que ha hecho y se inflige el castigo a sí mismo. En el tiempo presente, el obrero metalúrgico que ha llevado a su hijo a la fábrica metalúrgica se siente culpable por la muerte del pequeño y también se convierte en su propio ejecutor. El mismo obrero, hacia comienzos del filme, lleva al actor que encarna a Iván a conocer la fábrica metalúrgica: "estos ganchos se asemejan a los que llevan las almas al infierno", dice, y luego la cámara toma un plano general de la fábrica donde el fuego de la fundición alude metafóricamente a las llamas del inframundo. Justo después del suicidio del obrero, la cámara vuelve a tomar en primer plano estos mismos ganchos… Petr Zelenka supo aprovechar los recursos del cine para filmar una obra de teatro. Moviendo la cámara entre los actores, utilizando diferentes ángulos y escalas de planos, evitó por todos los medios quedarse con el punto de vista fijo que caracteriza a la puesta en escena teatral y, a la vez, explotó al máximo la expresividad de los actores. En Der Architekt (Ina Weisse, Alemania, 2008), el desencadenante del drama no es el asesinato de un padre, sino la muerte de una madre. Un exitoso arquitecto proveniente de Hamburgo, Georg Winter, viaja con su familia a las montañas, en la región del Tirol, para enterrar a la Sra. Winter, su madre. En este desolado paisaje invernal, en este frío aislamiento, emerge un pasado oculto que poco a poco se irá develando y, con él, deseos insatisfechos, falsos acuerdos y profundas inseguridades que socavan poco a poco la aparente solidez de las relaciones familiares. Al igual que en los paisajes del Romanticismo, donde los estados del alma humana se ven reflejados en la naturaleza, los paisajes invernales de Der Architekt constituyen un reflejo de la falta de calor afectivo que anida en el corazón de Georg Winter, quien simbólicamente lleva el invierno incluso en su mismo apellido. Georg cuenta que su madre era una mujer cruel y lo fue hasta el final, al punto de desheredarlo. Esta falta de amor materno entra en estrecha relación con el mal del corazón que él sufre. Georg se revela también, hacia el final, como una persona incapacitada para amar y sólo motivada por intereses materiales. Paradójicamente las nieves del invierno, la madre-naturaleza inhóspita y fría lo arrastran también a él hacia la muerte.
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Utopías Agrarias
Agrarian Utopia (Uruphong Raksasad, Tailandia, 2009) fue rodada en el norte de Tailandia, en la misma región donde nació el director Raksasad. Sin ser un panfleto político, el filme es un alegato a favor del respeto por la naturaleza. Filmada con cámara digital, a primera vista Agrarian Utopia parece pertenecer al género documental. Una voz en off interroga a los campesinos sobre sus vidas cotidianas, a la manera de las entrevistas televisivas, y el sonido ha sido enteramente tomado en directo, prescindiendo durante todo el filme de música extradiegética. Los colores aparecen sobresaturados con un claro predominio de los verdes -incluyendo la tipografía del título-. Cuando la cámara sigue a un grupo de niños corriendo por los campos poco antes inundados por las tormentas tropicales, la lente queda salpicada por el lodo, en un intento de evitar todo recurso esteticista y de volver la imagen lo más natural posible. A pesar de las apariencias, se trata de una ficción en la que las formas de producción agrícola prescinden de la máquina moderna y de la electricidad. Los campesinos trabajan la tierra con arados tirados por bueyes y se alimentan de lo que ellos mismos cazan. Aún así se evidencian las condiciones de explotación en las que trabajan. La utopía estaría dada, entonces, por los particulares ideales del vecino del terrateniente -a quien llaman "el profesor"- que ofrece a los campesinos una parcela de tierra con la sola condición de cultivar la tierra en forma completamente natural, sin pesticidas. En clara contraposición, la última secuencia que muestra las manifestaciones políticas en Bangkok, los autos, la polución, la sobrepoblación, hacen de la ciudad el centro de la anti-utopía. En esta misma línea de pensamiento se encuentra Birdwatchers o La tierra de los hombres rojos (Italia/Brasil, 2008) del director chileno Marco Bechis. La historia transcurre en las selvas del Mato Grosso, donde un grupo de aborígenes guaraníes de la tribu Kaiowa, decide abandonar su restringida reserva para volver a la tierra de sus ancestros, explotada en la actualidad por una familia de hacendados. Al igual que los campesinos que viven en los campos de Tailandia, este grupo de nativos Kaiowa vive de la caza y considera que el trabajo en la hacienda es sólo una forma de explotación a la que ellos no quieren someterse. Guiados por su líder y por un guía espiritual o chamán, se rebelan contra las leyes establecidas por el Estado brasileño y deciden volver a practicar sus antiguos rituales, que consisten en la invocación a los espíritus en los que ellos creen y que el largo proceso de colonización ha ido arrebatándoles. Su hábitat, la selva, ha sido transformado en tierras de cultivo de soja y en pastura para el ganado vacuno. Por eso todo lo que proviene de la civilización occidental y cristiana, para ellos es señal de Angué, el mismo espíritu maligno que incita a sus jóvenes al suicidio (1). Los jóvenes hallados colgados, son enterrados mirando hacia el suelo junto con sus celulares y calzados deportivos, objetos de culto de la sociedad de consumo que los ha llevado a la muerte en su intento de asimilación. La música de Domenico Zipoli fue especialmente elegida por su extraordinaria belleza y por pertenecer a un músico barroco que viajó a Córdoba, Argentina, en calidad de misionero jesuita. (1) El tema de los suicidios fue tomado por Bechis de hechos reales. Durante el año 2008 se denunciaron 34 casos de suicidios de integrantes de la etnia kaiowa y 53 asesinatos de indígenas en todo Brasil.
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El vacío posmoderno
Se entiende por posmodernismo los movimientos artísticos, literarios y filosóficos que surgieron durante la segunda mitad del siglo XX. El posmodernismo rechaza la utopía progresista sostenida por el modernismo, abandonando la idea de un orden coherente y de un sistema basado en la totalidad y en valores firmemente establecidos. La negación de los grandes relatos y el vaciamiento de sentido de los mismos, la búsqueda de la satisfacción inmediata y de la liberación mediante la revolución interior, la diversidad de puntos de vista sobre temas que antes estaban reservados a ciertos sectores políticos y religiosos -como las ideologías de izquierda y derecha claramente definidas, los relatos épicos asumidos como verdaderos por las Iglesias oficiales o por los Estados nacionales, etc.-, todo ello ha influido en la creación artística de la que el cine forma parte. Los relatos cinematográficos aparecen fragmentados, tienden a la ruptura de las líneas temporales y a la falta de coherencia en el mensaje (a veces llegando incluso a la supresión intencional de éste último). Dos ejemplos de filmes que se encuadran dentro del pensamiento posmoderno son El Cant dels Ocells (Albert Serra, España, 2008) y À l'aventure (Jean-Claude Brisseau, Francia, 2008). El filme de Serra toma el relato evangélico de la visita de los Reyes Magos a la Virgen María y al Niño Jesús, para vaciarlo de todo sentido religioso o de mensaje moralizante. Las figuras aparecen como sombras, como arquetipos absurdos recortados sobre el vasto paisaje desértico, en largas tomas en las que los encuadres permanecen prácticamente vacíos de información. Los diálogos además de resultar intrascendentes, no ayudan a la construcción de un relato fragmentado al límite de la desaparición. Gilles Deleuze describía los espacios en el cine de Ozu como "espacios vacíos, sin personajes ni movimiento, interiores vaciados de sus ocupantes, exteriores desiertos o paisajes de la Naturaleza" (2). A esos momentos contemplativos, en los que no hay otro sentido que el de la imagen en su estado puro, Deleuze los denomina "situaciones puramente ópticas" (3). De estos momentos de pura contemplación, en los cuales los personajes se mueven sin una clara motivación para accionar sobre el medio, está construido El Cant dels Ocells en casi su totalidad. "Para nosotros sólo hay íconos, no arquetipos humanos. El filme no es psicológico, es plano y no narrativo", decía Serra de de su obra. Y de hecho el ícono de la Virgen y el Niño aparece en El Cant del Ocells en forma de un "opsigno" o un signo óptico puro, sin un valor místico que trascienda lo puramente visual. Por su parte Jean-Claude Brisseau elige para su heroína de À l'aventure, diferentes caminos que la llevarían hacia el autoconocimiento y la revolución interior. Sandrine descubre un día que su vida ha perdido autenticidad porque su vínculo con el mundo está regido por reglas sociales. Decide entonces abandonar ese orden establecido y confrontarse con la moral dominante en busca de su liberación personal, a través del psicoanálisis, la hipnosis, la regresión a vidas pasadas y, en especial, a través de las prácticas sexuales no convencionales. Además de levantar un estandarte contra la falsa moral burguesa de la sociedad de consumo, Brisseau intenta inducir a sus personajes a elevar el nivel de conciencia a través del éxtasis místico en estrecha relación con el éxtasis sexual. Este intento naufraga en los momentos en que la falta de profundidad en los diálogos y la falta de una motivación clara en los personajes convierten la obra en un simple filme erótico en el límite con la pornografía. (2) Gilles Deleuze, La imagen-tiempo. Estudios sobre cine II. Ediciones Paidós, Barcelona, pág. 30 (3) Idem, pág. 13
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Cortos Experimentales
Entre los cortos experimentales se destacaron aquellos en los que la ciencia y la tecnología juegan un papel preponderante, introduciendo en la imagen nuevas perspectivas sobre la relatividad de las dimensiones y los puntos de vista. Algunos cortos reconstruyen digitalmente el espacio subatómico y los movimientos de las partículas, otros juegan con la relatividad espacial, con las escalas y las dimensiones del espacio interior y exterior o experimentan con juegos ópticos a la manera del op-art y el arte cinético (4). Energy Shifts (Kenneth Snelson y Jonathan Monaghan, EE UU, 2008) representa gráficamente el electrón de un átomo de hidrógeno en su proceso de transformación energética. En esta secuencia lograda mediante técnicas digitales, la luz ingresa en el átomo desde el exterior y traslada la onda-partícula del electrón a un estado de energía más elevada, moviéndola de una órbita a otra. Charles y Ray Eames se inspiraron en el ensayo "Cosmic View" de Kees Boeke y en el libro "The Powers of Ten" de Philip y Phyllis Morrison, para su vídeo color Powers of Ten (1977). Este corto describe la escala relativa del universo variando la distancia focal hacia lo inmensamente grande y hacia lo infinitamente pequeño, según medidas modulares que corresponden a múltiplos de diez, mostrando así que el universo intergaláctico y el espacio subatómico están formados esencialmente por la misma materia y que ambos permanecen rodeados de una predominante vacuidad. The Life Size Zoetrope (Mark Hewis, Reino Unido, 2007) consiste en la experimentación del fenómeno phi: la ilusión óptica por la que el cerebro registra como movimiento continuo una sucesión de imágenes estáticas, yuxtapuestas una a continuación de la otra, base perceptual sobre la que se asientan el cine y el vídeo. El corto de Hewis invita a conocer las etapas de la vida de un hombre a través de una serie fotográfica montada sobre un zoótropo a escala humana. Por su parte, Iris Out (2009) del británico Simon Payne, es un vídeo compuesto de figuras en forma de iris, que se expanden y contraen en proporción variable. "Es la relación entre los bordes de los planos y la forma de la pantalla lo que me interesa. La manera en la que los campos de color son reproducidos por el ojo y el cerebro, afectando la conciencia y la percepción" (Simon Payne). Manuel Knapp investiga en Stroboscopic Noise (Austria, 2009) las complejidades de una lengua gráfica abstracta basada en la relación entre componentes visuales y auditivos. Registrado enteramente en blanco y negro, el juego óptico está dado por el movimiento en el interior del cuadro y por las variaciones en la intensidad lumínica asociadas al sonido. El efecto estroboscópico -desarrollado por Max Wertheimer, psicólogo adscripto a la corriente gestáltica- permite reproducir la ilusión de movimiento mediante la variación en el intervalo de tiempo en el que se encienden y apagan dos barras de luz colocadas a corta distancia una de la otra. (4) Cabe recordar al artista alemán Josef Albers (1888-1976) y su célebre Homenaje al cuadrado, donde explora los efectos de mezcla óptica y contraste simultáneo. Además de sus obras plásticas, los artistas del op-art y el arte cinético desarrollaron teorías sobre la forma y el color. Los premios Durante la Ceremonia de Premiación de la 38ª edición del Festival Internacional de Cine de Rotterdam, realizada el 30 de enero en el Rotterdamse Schouwburg, fueron anunciados los filmes ganadores. Los tres premios VPRO Tiger Awards fueron entregados a la producción iraní Be Calm and Count to Seven de Ramtin Lavafipour, a Breathless del surcoreano Yang Ik-June y a Uzak ihtimal, del realizador turco Mahmut Fazil Coskun. El premio NETPAC (Network for the Promotion of Asian Cinema) fue concedido al filme de origen chino The Land (He Jia, 2008), mientras que Agrarian Utopia (2009), del realizador tailandés Uruphong Raksasad, mereció una mención especial. La Fédération Internationale de la Presse Cinématographique (FIPRESCI) decidió premiar al largometraje Blind Pig Who Wants to Fly (Edwin, Indonesia, 2008) y la Asociación holandesa de críticos de cine (KNF) hizo lo propio con la producción chilena Tony Manero (2008) de Pablo Larraín. A Necessary Music de Beatrice Gibson (Reino Unido, 2008), Despair de Galina Miznikova y Sergei Provorov (Rusia, 2009) y Bernadette de Duncan Campbell (Reino Unido, 2008) recibieron respectivamente los tres premios Tiger Awards al mejor cortometraje. Finalmente, el sábado 31 de enero fueron anunciados los premios de la audiencia en el Gran Auditorio del Doelen. El premio KPN Audience Award fue para Slumdog Millionaire de Danny Boyle y Loveleen Tandan mientras que Teza, de Haile Gerima fue favorecido con el Dioraphte Award, el premio al filme con mayor puntaje otorgado por los espectadores. Adriana Schmorak Leijnse
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Pathe Rotterdam

The Karamazovs

Der Architekt

Agrarian Utopia
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