¿Era Rembrandt solamente un pintor, o no era acaso, como muchos de sus contemporáneos, un hombre de la escena dramática, componiendo momentos congelados de un teatro de ilusión y de manipulación, convirtiéndose así en el profeta de otro medio futuro, el cine? (Peter Greenaway)
Ámsterdam, 1642. Rembrandt, célebre pintor holandés en la cima de su arte y de su gloria, acepta con reticencia un encargo, el retrato de grupo de la milicia civil de Ámsterdam. Este cuadro, La Ronda de Noche, se convertirá en una de sus obras más destacadas. Trabajando en el proyecto, Rembrandt toma pronto conciencia de la existencia de una conspiración: los poderosos comerciantes de Ámsterdam planean un complot para asegurarse ventajas y poder en la que era, en aquella época, la ciudad más rica del mundo occidental. El pintor descubre por casualidad un horrible asesinato. Determinado a revelar la verdad, construye metódicamente su acusación a través de la pintura que se le ha encargado. A partir de allí, La Ronda de Noche, obra maestra temeraria y poderosa, excepcional tanto por su estética como por su contenido, marca la coronación de la carrera de Rembrandt, y provoca su caída… El film abre con los planos cercanos de las figuras que forman parte de La Ronda de Noche. La intención de Peter Greenaway es menos la de presentar una biografía de Rembrandt que la de proponer una hipótesis sobre la significación oculta de una de las obras barrocas más influyentes de la historia del arte, que obsesiona particularmente al realizador. De un exquisito buen gusto, los decorados, las luces y el vestuario están resueltos de forma similar a la de una puesta en escena teatral. El claroscuro tan marcado, con una luz que se focaliza en algunos rostros más que en otros, imita al de las obras de Rembrandt, pero también las de Caravaggio y la del arte barroco en general. De la misma forma, para los tonos limitados al rojo, negro, blanco y amarillo, Greenaway se inspiró en la paleta utilizada por el pintor holandés. El título exacto del cuadro, pintado por Rembrandt en 1642, y expuesto actualmente en el Rijkmuseum de Ámsterdam, es "La salida de la compañía de tiradores del capitán Frans Banning Cocq y del teniente Willem van Ruytenburch". No se trata entonces de la representación de una patrulla nocturna. La oscuridad del cuadro está más bien ligada a la tragedia, a lo incomprensible, a un enigma no resuelto. Los comitentes de la obra eran notables de Ámsterdam que al mismo tiempo formaban la guardia civil de la ciudad. Poseían el orgullo de un ejército sin igual experiencia en el campo de batalla. Ese orgullo los llevó a encargar este retrato de grupo, con la intención de conmemorar el esplendor de la ciudad tras la independencia holandesa del dominio español en 1639. En La Ronda de Noche las figuras están "colocadas" por el artista en determinadas posiciones dentro del cuadro, en actitudes previamente estudiadas. Es una obra rara dentro del género del retrato grupal, por no tratarse de una suerte de "fotografía" en la que el grupo posa para mostrar su costado favorable. Se podría decir en cambio, que la obra de Rembrandt es la representación pictórica de una puesta en escena teatral. Rembrandt pinta la oscuridad de la sociedad de su época iluminando los rostros de personas ensombrecidas por la historia, oscureciendo otras o transformándolas en seres grotescos, en caricaturas, llegando incluso a retratar a los comitentes de sus propias obras no como altivos y gallardos héroes, sino como seres falibles, imperfectos, seres de carne y hueso con sus luces y sombras. En este sentido Rembrandt fue para la pintura lo que Shakespeare significó para el teatro. Personajes. El grupo central está formado por dos figuras. A la izquierda, vestido de negro con una banda roja, Frans Banning Cocq, en su calidad de capitán, ordena poner en marcha la compañía al teniente Willem van Ruytenburch, Señor de Vlaardingen, vestido con uniforme amarillo-dorado. Hay un juego de claros y oscuros en estas dos figuras. Banning Cocq tiene su mano izquierda desnuda, visible y claramente iluminada, mientras que la derecha permanece oculta en un guante negro. Su uniforme sombrío contrasta con la vestimenta clara e iluminada de la derecha. Detrás de ellos, y entre ambos, se puede apreciar la cabeza de un guardia civil que extiende la mano para protegerse del mosquete que acaba de ser disparado por el soldado que camina a grandes pasos, a las espaldas de Banning Cocq, y cuyo rostro queda completamente tapado por el brazo de éste y por su propio casco ornamentado de hojas de roble. Según la interpretación generalmente aceptada, este mosquetero forma trío con otros dos, vestidos de rojo. El de la izquierda está cargando su mosquete y el de la derecha, justo detrás de van Ruytenburch, está limpiándolo. Este trío de mosqueteros representa los tres pasos del uso del arma: cargar, tirar y limpiar. La figura a la derecha del cuadro, con su brazo derecho extendido, es Rombout Kemp indicando su lugar a cada uno de los hombres. Justo a la izquierda del mosquetero que dispara, se puede ver un grupo de dos mujeres jóvenes, una de ellas marcadamente iluminada, vestida de amarillo-dorado, y la otra, con su rostro oculto por los cabellos de su compañera. Se trataría de dos cantineras cargando en su cintura una gallina lista para ser desplumada. En un plano superior, el abanderado Jan Visscher Corneliszoon despliega los colores de la ciudad de Ámsterdam. Él y los dos personajes centrales son los únicos que llevan grado de oficial. La hipótesis de Greenaway Antes de Peter Greenaway, otros especialistas en arte ya habían propuesto lecturas alternativas. Para Schmidt Degener, por ejemplo, la arcada que forma parte del fondo está emparentada con un arco de triunfo. De esta forma el cuadro representa, expresa y simboliza el poderío y el orgullo de la burguesía de Ámsterdam. Por su parte el historiador de literatura W.G. Hellinga propone una interpretación radicalmente diferente a las anteriores. Según su opinión, la significación de los símbolos del cuadro se oculta en los colores: el negro es entonces signo de la aristocracia; el amarillo, el color del placer terrestre y el rojo encarna la venganza. P. Greenaway, como cineasta, pero muy en particular como artista y decorador, ha investigado sobre estas teorías y va aún más lejos. Su hipótesis se apoya en toda una red de símbolos ocultos en el cuadro a través de los cuales Rembrandt supuestamente acusa a Frans Banning Cocq de haber planeado el asesinato de su antecesor, Piers Hassel Burgh, haciéndolo pasar por un accidente en una práctica militar. El motivo del asesinato, según esta teoría, consistiría en el hecho de que durante ese mismo año 1642, Henriette Marie de Francia, esposa del rey de Inglaterra Charles I, llegó a Holanda para pedir un préstamo que aliviase el déficit del Estado inglés, ofreciendo las joyas de la corona como garantía. Piers Hassel Burgh, un hugonote francés que llegó a Holanda huyendo de la persecución de los católicos, se habría opuesto a este trato, probablemente debido a que la reina Henriette Marie era católica y que el rey de Inglaterra no sentía especial simpatía por sus súbditos calvinistas y puritanos. La única solución para Banning Cocq y los demás notables de Ámsterdam, consistiría entonces en eliminar este obstáculo en su camino. Según la interpretación del cineasta inglés, la clave del cuadro se encuentra en el grupo central. Para él, no queda del todo claro si el guardia civil que se encuentra detrás de las figuras del capitán y el teniente, está protegiéndose del disparo o está ayudando al mosquetero a apuntar en la dirección correcta. El rostro del soldado queda enmascarado por el brazo derecho -que corresponde a la mano enguantada- del capitán Banning Cocq. De hecho las dos figuras quedan confundidas en una sola, como si una desempeñara el papel de sombra o de lado oculto de la otra. Este soldado sería Horatio Eiken, un huérfano del hospicio contratado para ejecutar el tiro mortal y cuyo apellido explicaría la ornamentación con hojas de roble en su casco (1). En una entrevista, el director decía que ilustrar una práctica de tiro en medio de un desfile, "es como efectuar un disparo en la estación de metro Picadilly en plena hora pico: algo totalmente estúpido!", de allí deduce que se trata en realidad de una escena de crimen, una conspiración en la que los oficiales y soldados están participando como ideólogos, ejecutores o cómplices, según el caso. Van Ruytenburch ha sido representado con una altura considerablemente menor a la de su acompañante. Su lanza, a la altura de los genitales, sería, según la interpretación de Greenaway, un claro símbolo fálico, mientras que la sombra de la mano del capitán proyectada apenas por encima de la lanza, indicaría una obsesiva atracción homosexual de éste hacia su lugarteniente. Las dos jóvenes que aparecen muy iluminadas en segundo plano serían dos niñas del orfanato utilizadas por la milicia como prostitutas. La gallina muerta que cuelga del cinturón de una de ellas, un símbolo de esta prostitución forzada. La teoría de Hellinga, sin buscarlo, apoya en cierta forma esta lectura. Si seguimos la sucesión de tonos rojos de izquierda a derecha, los encontramos en la bufanda del niño que transporta un cuerno de pólvora, en el traje del mosquetero que carga el arma, en la banda del capital Banning Cocq y en el soldado que limpia el mosquete. El rojo queda, entonces asociado a la violencia del disparo que lleva a la muerte. Lo que llama la atención aquí es que no es visible el rojo en el uniforme del soldado que dispara, el color queda transferido a la banda del capitán que ha dado la orden. Algo similar es posible pensar de las figuras de las cantineras y del teniente Van Ruytenburch, con respecto a sus trajes color amarillo-dorado. Si es cierto lo que ha pensado Hellinga sobre su significación relacionada con los placeres terrenales, esta asociación de tonalidades vendría a reforzar la hipótesis de P. Greenaway sobre estas dos figuras como objetos de placer. Conclusión La Ronda de Noche se destaca por su aspecto visual y por la buena performance de sus intérpretes, fuertemente marcada por la escuela teatral inglesa. Ambos aspectos son una constante en la filmografía de Greenaway, además de sus guiones intelectualmente construidos como un rompecabezas al que no le falta ninguna pieza. No es un biopic ni podría adscribirse dentro del género histórico. Tal vez sí dentro del género de la novela histórica, que otorga al autor una cierta libertad para llenar con su propia imaginación, los datos faltantes a los que no tiene acceso a través de documentos escritos. Toda teoría conspirativa y toda interpretación de la simbología críptica en una obra de arte son, ambas, construcciones intelectuales, pero Greenaway llega quizá demasiado lejos. Todo cierra, pero sin sostenerse sobre bases sólidas, sobre pruebas irrefutables. Por este motivo, el filme debe ser visto como una novela bien construida, bien filmada, bien actuada, pero nunca como la última verdad en cuanto a la interpretación de la obra La Ronda de Noche de Rembrandt van Rijn. Adriana Schmorak Leijnse
(1) - Eiken es un término holandés que se traduce al español como "robles".
Bibliografía
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