Septiembre - Octubre 2021
La Nueva Ola del Cine Rumano en el IFFR
Como una rumana que vive en el extranjero, rara vez tengo la oportunidad de estar orgullosa de mi país de origen. Una de las pocas oportunidades es el Festival Internacional de Cine de Rotterdam, la ciudad donde vivo. Durante los últimos 5 años, el festival siguió presentando nuevas e interesantes películas rumanas, y los críticos de cine han sido mayoritariamente elogiosos con la "Nueva Ola de Cine Rumano". Esta "Nueva Ola" empezó en 2005 con la proyección en Cannes de la película La muerte del Señor Lazarescu de Cristi Puiu, un principiante cuyo nombre no estaba aún bien establecido, en ese momento, en Rumania o en el exterior. El credo declarado de Cristi Puiu en este filme, y en sus creaciones posteriores, era desdibujar la frontera entre el documental y la ficción. Vi esta película en el festival de Rotterdam sin saber nada sobre su credo, me sentí impresionada por la falta de comentario y reflexión ofrecida por el filme. Aunque la historia es una tragedia con posibles ramificaciones morales, la película no toma postura moral alguna, no hay bueno ni malo en la película, solamente el ojo neutral de la cámara. Esta tendencia "realista" fue adoptada por otros directores rumanos, que continuaron presentando gente común en sus dramas cotidianos con lujo de detalles, siempre absteniéndose de comentar. Algunas de estas películas fueron presentadas primero en Cannes y sólo después vinieron a Rotterdam, como la muy elogiada 4 meses, 3 semanas, 2 días (de Cristian Mugiu, ganadora de la Palma de Oro en Cannes en 2007). Después de ver y apreciar La muerte del Señor Lazarescu, empecé a seguir sistemáticamente a la "Nueva ola rumana" en el festival de cine de Rotterdam. Este año vi dos películas rumanas en el festival , y aunque forman parte de esta misma "nueva ola", son a la vez muy diferentes. Aurora es la película más reciente de Cristi Puiu, una maratón de tres horas presentando en mínimos detalles lo que el personaje principal (interpretado por el mismo Cristi Puiu) hizo algunas horas antes y algunas horas después de cometer una serie de homicidios. Martes, después de Navidad (2010) es la película más reciente de otro representante ilustre de la "Nueva ola", Radu Muntean, que presenta los preparativos en torno de la Navidad, otra vez con el menor detalle, de una familia que está a punto de ser destrozada por las relaciones extramatrimoniales del esposo. Ambas películas presentan los hechos ocurridos en un muy breve periodo de tiempo, máximo dos días. Ambas tienen hombres de edad mediana, pertenecientes a la clase media, con hijos, como personajes principales. Sin embargo los dos hombres no podrían ser más diferentes. Viorel (el personaje encarnado por Cristi Puiu) es un personaje introvertido y solitario, uno puede sentir vagamente que está insatisfecho con la vida, que ha sido pisoteado y está furioso, pero esta información surge a partir de muy pocos indicios y pistas, raramente del diálogo (apenas hay algún diálogo en las tres horas de película) y nada de lo que él hace realmente lo prepara a uno para la masacre que se avecina. Paul (interpretado por Mimi Branescu) es exitoso, extrovertido y muy amado por las dos mujeres en su vida y por su hija. Se expresa con sinceridad y emoción, y logramos saber mucho sobre su vida interior y sus sentimientos a través del diálogo. El tono, el ritmo, las pretensiones e intensidades de ambos filmes son también muy diferentes. Martes, después de Navidad es una joyita que no pretende mucho pero lo entrega todo, mientras que Aurora de Cristi Puiu promete y demanda mucho de la audiencia sin transmitir algo tan especial que valga las tres horas de estar sentado en el cine. Curiosamente, las entrevistas que leí en Internet de los dos directores, dan más o menos la misma impresión que las películas: Cristi Puiu parece distante y pretencioso, mientras que Radu Muntean parece humilde, amigable y cálido. Habiendo visto sus películas previas en el festival de cine de Rotterdam, pude ver mucho mejor cómo los nuevos trabajos encajan en la filmografía de estos dos directores. Cristi Puiu es atraído por preguntas enormemente significativas como la muerte y el homicidio (aún presentándolos en sus menores detalles, lindando con lo trivial), mientras que Radu Muntean es un maestro de los pequeños bosquejos sobre la vida de un casado con hijos. Crtisti Puiu parece haber pasado de documentar la trivialidad y la falta de sentido de la muerte (en La Muerte del Señor Lazarescu) a documentar la trivialidad y la falta de sentido del asesinato (Aurora). Mientras la "verdad desnuda" en el primero me impresionó y me quebró, me quedé más bien insensible al segundo. No puedo señalar qué hizo la diferencia, excepto decir que la longitud de la película no colaboró sino que empeoró las cosas. También, pude ver al ser humano detrás del moribundo Señor Lazarescu, mientras que era muy difícil ver al ser humano detrás de Viorel, el asesino, aunque la cámara lo sigue atentamente durante tres horas. Tal vez ésa es la idea de la película: si eres capaz de cerrarte tanto a tu semejante y volverte tan impenetrable, entonces estás compelido a estallar en algún lugar, algún día, igual que una bomba de tiempo. Radu Muntean mudó del personaje masculino Bogdan (Boogie), que tiene un vano encuentro sexual con una prostituta, en honor a los "buenos viejos tiempos" con los amigos, para volver con su esposa y pretender que nada ocurre, hasta el personaje masculino de Paul, que está profundamente enamorado de dos mujeres, su esposa y su amante, y enfrenta brevemente y honestamente cualquier consecuencia que esta inaceptable situación le acarree en su vida. Para mí, la película más reciente de Radu Muntean (Martes, después de Navidad) realmente se las arregló para aportar otra profundidad de sentimiento y complejidad al mismo tema doméstico previamente bosquejado en Boogie. A pesar de mi tono crítico hacia Aurora, estoy seguramente obligada a chequear las producciones de estos dos directores en las futuras ediciones del Festival Internacional de Cine de Rotterdam. Raluca Popa Corresponsal en Rotterdam, Países Bajos |
![]() |